14.05.2013 Views

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cread: por él mismo? 542 Debemos recordar que <strong>la</strong> actitud <strong>de</strong> <strong>la</strong> observación supone <strong>la</strong><br />

fijación, <strong>la</strong> inmovilización <strong>de</strong> lo observado. Por consiguiente, <strong>la</strong> observación no pue<strong>de</strong><br />

conocer <strong>la</strong> acción en tanto que acción, sólo <strong>de</strong>scubre su manifestación en el elemento<br />

<strong>de</strong>l ser. Cuando toma en consi<strong>de</strong>ración dicha acción, <strong>la</strong> interpreta como una<br />

interioridad que <strong>de</strong>be hal<strong>la</strong>r su expresión en un producto fijo y dado. El tema<br />

fundamental, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> observación <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, continúa siendo el <strong>de</strong> algo «externo<br />

que expresa lo interno».<br />

Aquí <strong>la</strong> observación busca «<strong>la</strong> presencia visible» <strong>de</strong>l «espíritu invisible». Ahora<br />

bien, el cuerpo es lo externo <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad en un doble sentido: expresa <strong>la</strong><br />

naturaleza orgánica <strong>de</strong>l individuo, «lo que no ha hecho él mismo» 543 y por eso es un<br />

«ser en sí» con aptitu<strong>de</strong>s y funciones innatas; pero expresa igualmente el ser para sí <strong>de</strong>l<br />

individuo, lo que es y lo que hace en tanto que consciencia operante. El cuerpo es <strong>la</strong><br />

expresión <strong>de</strong> lo innato y <strong>de</strong> lo adquirido a <strong>la</strong> vez. «Este ser, el cuerpo <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad<br />

<strong>de</strong>terminada, es el carácter original <strong>de</strong> <strong>la</strong> individuajidad, lo que el<strong>la</strong> misma<br />

no ha hecho. Pero como, al mismo tiempo, el individuo es so<strong>la</strong>mente lo que ha hecho,<br />

su cuerpo es también <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> sí mismo engendrada por él y un signo que no se<br />

ha quedado en una cosa inmediata; pero es un signo en el cual el individuo so<strong>la</strong>mente<br />

da a conocer lo que es, en tanto que pone en obra su naturaleza originaria.» 544<br />

Así, pues, <strong>la</strong> operación <strong>de</strong>l en sí y <strong>de</strong>l para sí se traspasa al seno mismo <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

individualidad en <strong>la</strong> oposición <strong>de</strong> su naturaleza particu<strong>la</strong>r y <strong>de</strong> <strong>la</strong> puesta en práctica <strong>de</strong><br />

esta naturaleza, <strong>la</strong> operación. Entonces el cuerpo es <strong>la</strong> expresión total <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad<br />

dada y operante, lo que el<strong>la</strong> es para otro.<br />

En primer lugar, <strong>Hegel</strong> muestra que, hab<strong>la</strong>ndo estrictamente, el órgano en tanto que<br />

órgano es pura transición, acción que se realiza (por ejemplo, <strong>la</strong> mano que trabaja o <strong>la</strong><br />

boca que hab<strong>la</strong>) y, en tanto que transición sin más, no es susceptible <strong>de</strong> ser observado.<br />

La exterioridad cae en el acto realizado, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra o <strong>la</strong> obra, pero esas acciones caen a<br />

su vez en el elemento <strong>de</strong>l ser; el individuo se reconoce en el<strong>la</strong>s <strong>de</strong> forma absoluta y<br />

entonces no son más que internas (dado que son so<strong>la</strong>mente para <strong>la</strong> consciencia que <strong>la</strong>s<br />

pone en el ser) o bien se niega a reconocerse (dado que el<strong>la</strong>s son so<strong>la</strong>mente como<br />

exterioridad pura o como datos para otros individuos). Por lo tanto, <strong>la</strong> observación<br />

niega el acto asumido que dice <strong>de</strong>masiado o <strong>de</strong>masiado poco para intentar conocer el<br />

sujeto individual que le ha realizado; y es en este punto cuando los órganos corporales<br />

van a cobrar una nueva significación. Tales órganos no son so<strong>la</strong>mente los momentos <strong>de</strong><br />

una transición sino que también están presentes para el observador, son un ser para otro<br />

y se dan entonces como un término medio entre <strong>la</strong> interioridad y <strong>la</strong> exterioridad pura.<br />

La mano es el órgano <strong>de</strong>l trabajo, pero también pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rárse<strong>la</strong> como algo que<br />

presenta <strong>la</strong> <strong>estructura</strong> <strong>de</strong> este trabajo, los rasgos individuales que correspon<strong>de</strong>n a <strong>la</strong>s<br />

disposiciones innatas y a los hábitos adquiridos. En este sentido, en <strong>la</strong> mano se podría<br />

leer el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>l individuo si nos tomamos <strong>la</strong> molestia <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar el conjunto <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

542 El problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad (Individualitat), que representa <strong>la</strong> forma concreta, en el mundo<br />

humano, <strong>de</strong>l momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> singu<strong>la</strong>ridad (Einzelheit) en el concepto, se hal<strong>la</strong> p<strong>la</strong>nteado por esta<br />

<strong>de</strong>finición: «La individualidad es lo que es su mundo en tanto que mundo suyo...; es so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong> unidad<br />

<strong>de</strong>l ser en tanto que dado ya y <strong>de</strong>l ser en tanto que construido, unidad cuyos <strong>la</strong>dos no caen fuera el uno <strong>de</strong>l<br />

otro...» (p. 256). La singu<strong>la</strong>ridad como negación <strong>de</strong> <strong>la</strong> negación <strong>de</strong>be manifestarse en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

individualidad como superación <strong>de</strong> toda <strong>de</strong>terminación.<br />

543 La expresión es <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong> (Phénoménologie, I, p. 257) (Fenomenología, p. 185: «Lo que <strong>la</strong> misma<br />

individualidad no ha hecho», su naturaleza originaria (disposiciones y funciones que aún no se han puesto<br />

en obra) constituyen el en sí <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad, en el doble sentido <strong>de</strong> «cosa» y <strong>de</strong> «potencia». ¿Cómo<br />

<strong>la</strong> individualidad pue<strong>de</strong> ser antes <strong>de</strong> existir, cómo pue<strong>de</strong> tener en el<strong>la</strong> misma un dato preexistente? Ahí<br />

está, en opinión <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong>, el problema fundamental <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad.<br />

544 Phónoménologíe, I. p. 257 (Fenomenología, p. 185).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!