14.05.2013 Views

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

vida como un todo para conocer a un hombre. «La mano es el artesano animado <strong>de</strong> su<br />

fortuna; <strong>de</strong> el<strong>la</strong> se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que es lo que el hombre hace.» 545 Por otra parte, no <strong>de</strong>bemos<br />

limitarnos al estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano, sino que dicho estudio <strong>de</strong>be ampliarse al tono<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> voz, a <strong>la</strong> forma <strong>de</strong> <strong>la</strong> escritura, etc. Esta observación <strong>de</strong> <strong>la</strong> interioridad individual<br />

por <strong>la</strong> forma <strong>de</strong>l cuerpo nos lleva propiamente a <strong>la</strong> fisiognómica <strong>de</strong> Lavater. En efecto,<br />

ya no se trata <strong>de</strong> los órganos que dirigen y canalizan <strong>la</strong> acción, sino <strong>de</strong> los rasgos <strong>de</strong>l<br />

rostro que no asumen en sí mismos nada <strong>de</strong> lo externo sino que más bien traducen <strong>la</strong><br />

opinión que el individuo tiene <strong>de</strong> su propia acción. Dichos rasgos son directamente <strong>la</strong><br />

expresión <strong>de</strong> <strong>la</strong> reflexión <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad en el<strong>la</strong> misma. Dan a conocer al hombre<br />

no en tanto que obra, sino en tanto que tiene una íntima opinión sobre su acción, son <strong>la</strong><br />

huel<strong>la</strong> externa <strong>de</strong> <strong>la</strong> más profunda interioridad. «Así el individuo no está mudo en su<br />

opención externa y en su re<strong>la</strong>ción con el<strong>la</strong>, puesto que, al mismo tiempo, se refleja en<br />

sí mismo y exterioriza este ser reflejado en sí mismo; <strong>la</strong> operación teorética o el lenguaje<br />

<strong>de</strong>l individuo consigo mismo respecto <strong>de</strong> su propia operación también es<br />

inteligible para los otros, pues el mismo lenguaje es una exteriorización.» 546 Al ver un<br />

rostro nos damos cuenta <strong>de</strong> si lo que dice o lo que hace es serio.<br />

En este punto <strong>Hegel</strong> dirige dos críticas contra <strong>la</strong> fisiognómica. La primera concierne<br />

a <strong>la</strong> contingencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> correspon<strong>de</strong>ncia entre <strong>la</strong>s intenciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> individualidad y <strong>la</strong>s<br />

múltiples huel<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l rostro. También el lenguaje <strong>de</strong> <strong>la</strong> expresión pue<strong>de</strong> servir para<br />

disimu<strong>la</strong>r el pensamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma manera que sirve para traducirlo. Lo interno se<br />

convierte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, en «un invisible visible», pero no se hal<strong>la</strong> vincu<strong>la</strong>do<br />

necesariamente a tal o cual apariencia; en <strong>la</strong> expresión hay una parte convencional e<br />

incluso un medio adquirido para engañar a los otros. 547<br />

La otra crítica es irás profunda, pues al mismo tiempo que a <strong>la</strong> fisiognómica<br />

con<strong>de</strong>na a toda una concepción <strong>de</strong> <strong>la</strong> psicología individual. Lo que Lavater pretendía<br />

alcanzar con su indiscreto amor por los hombres era <strong>la</strong> intención más oculta, lo que <strong>de</strong><br />

hecho no se realiza en <strong>la</strong> obra. En efecto, <strong>la</strong> observación toma como algo externo e<br />

inesencial el acto ya realizado y como interno y esencial <strong>la</strong> conjetura <strong>de</strong>l sujeto sobre<br />

su acción. «De los dos <strong>la</strong>dos, que lleva en sí <strong>la</strong> consciencia práctica —intención y<br />

operación, opinión sobre <strong>la</strong> propia acción y acción misma— <strong>la</strong> operación consi<strong>de</strong>ra que<br />

el primero es el verda<strong>de</strong>ro interior; este interior <strong>de</strong>be tener su exteriorización más o<br />

menos inesencial en <strong>la</strong> operación realizada y su verda<strong>de</strong>ra exteriorización en <strong>la</strong> propia<br />

figura corporal.» 548 Lo que el público <strong>de</strong> Werther rec<strong>la</strong>maba y lo que Lavater le entrega<br />

era un estudio <strong>de</strong>l sentimiento, <strong>de</strong>l alma individual, plenamente reflexivo en sí mismo,<br />

lejos <strong>de</strong> todo acto que pudiera traicionarlo. Pero ¿tiene sentido semejante psicología?<br />

El hombre individual hace conjeturas sobre sus propias acciones, tiene Una opinión<br />

sobre sí mismo que pue<strong>de</strong> ser diferente <strong>de</strong> lo que es en realidad si por ello se entien<strong>de</strong><br />

lo que hace efectivamente, y en <strong>la</strong> fisiognómica natural nos entregamos<br />

espontáneamente a hacer conjeturas sobre esta intención <strong>de</strong> acuerdo con este o aquel<br />

movimiento <strong>de</strong>l rostro. ¿Acaso esa re<strong>la</strong>ción entre dos conjeturas pue<strong>de</strong> proporcionar<br />

leyes, o más bien pone <strong>de</strong> manifiesto una arbitrariedad semejante a <strong>la</strong> <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong><br />

partida <strong>de</strong> tal estudio? «Lo que <strong>de</strong>be conocerse no es el criminal o el <strong>la</strong>drón sino <strong>la</strong><br />

545 Phénoménologie, I, p. 261 (Fenomenología, p. 188).<br />

546 phénoménologie, I, p. 263 (Fenomenología, p. 189).<br />

547 «Lo que <strong>de</strong>be ser expresión <strong>de</strong> lo interno es al .mismo tiempo expresión en el elemento <strong>de</strong>l ser y por<br />

ello vuelve a caer en <strong>la</strong> <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l ser que es absolutamente contingente para <strong>la</strong> esencia<br />

autoconsciente» (Phénoménologie, I, p. 263). Al actuar, <strong>la</strong> individualidad es su propio cuerpo; pero este<br />

cuerpo, consi<strong>de</strong>rado como exterioridad, es también un signo ambiguo. Justamente por eso <strong>la</strong><br />

individualidad pue<strong>de</strong> «poner su propia esencia en <strong>la</strong> obra so<strong>la</strong>» y no en los rasgos inesenciales <strong>de</strong> su<br />

rostro (I, p. 264) (Fenomenología, pp. 188-189).<br />

548 Phénoménologie, I, p. 265 (Fenomenología, p. 191).

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!