Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
efectividad tiene el valor <strong>de</strong> lo verda<strong>de</strong>ro.» 966 Hay aquí una interiorización <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad<br />
absoluta que no podría existir inmediatamente, es <strong>de</strong>cir, como una naturaleza. No por<br />
ello el pensamiento <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong> <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser oscuro en este punto. Podría conducir a una<br />
justificación <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución y, sin embargo, interpreta el fracaso <strong>de</strong> <strong>la</strong> citada<br />
revolución. ¿Acaso nos lleva a una ciudad <strong>de</strong> Dios superior o parale<strong>la</strong> a <strong>la</strong> ciudad<br />
terrestre? Tampoco parece que así sea. También <strong>la</strong> «concepción moral <strong>de</strong>l mundo»<br />
constituirá un fracaso. Por consiguiente, ¿cuál es <strong>la</strong> solución <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong>? Debemos<br />
confesar que eso resulta muy difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar. 967<br />
El paso <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad a <strong>la</strong> libertad absoluta es bastante c<strong>la</strong>ro. En el mundo<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad subsiste todavía una apariencia <strong>de</strong> cosa en sí. Si se toman en<br />
consi<strong>de</strong>ración, por ejemplo, <strong>la</strong>s instituciones existentes —<strong>la</strong> monarquía, los<br />
par<strong>la</strong>mentos, los cuerpos constituidos— se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que en el mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad<br />
no se ponen ya absolutamente como instituciones existentes en sí y para sí. Su<br />
justificación es so<strong>la</strong>mente su utilidad. La monarquía absoluta <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser aceptable<br />
como monarquía <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho divino; ahora sólo tiene sentido en tanto que es útil. La<br />
sustancia social —para emplear <strong>la</strong> terminología <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong>— todavía está ahí, pero su ser<br />
ahí no es un ser en sí; hay que justificarlo poniendo <strong>de</strong> manifiesto su utilidad. Ello no<br />
obstante, el concepto <strong>de</strong> utilidad es en sí mismo inconsistente; conduce <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ser en<br />
sí hasta el ser para otro y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ser para otro hasta el ser para sí. Pues bien, es este<br />
último momento el que <strong>de</strong>be absorber todos los otros y tomarlos <strong>de</strong> nuevo en su unidad.<br />
Se hace necesario respon<strong>de</strong>r a <strong>la</strong> pregunta: ¿Útil para qué?, o ¿En qué sentido es útil? Y<br />
<strong>la</strong> respuesta a dicha pregunta sólo pue<strong>de</strong> ser el sí mismo universal, <strong>la</strong> voluntad general o<br />
<strong>la</strong> voluntad pensante tal como <strong>la</strong>s concebía Rousseau en El contrato social. El sí mismo<br />
común, fin y fundamento <strong>de</strong>l cuerpo social, es <strong>la</strong> voluntad general, indivisible e<br />
inalienable. Por consiguiente, en el mundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> utilidad no subsiste más que una<br />
apariencia <strong>de</strong> objetividad, <strong>de</strong> oposición a <strong>la</strong> autoconsciencia. En el pensamiento <strong>de</strong>l sí<br />
mismo universal, <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad general, no existe nada que no sea, en tanto que<br />
existente, <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> dicha voluntad. Volvemos a recoger el texto citado<br />
anteriormente porque con<strong>de</strong>nsa todo el i<strong>de</strong>alismo hegeliano: «El mundo es únicamente<br />
mi voluntad, y ésta es voluntad universal.» Lo que se realiza <strong>de</strong>be ser emanación <strong>de</strong> esta<br />
voluntad. Ahora el <strong>de</strong>recho en tanto que <strong>de</strong>recho es objetivo y expresión <strong>de</strong> mi voluntad<br />
a <strong>la</strong> vez; mi voluntad es mía, voluntad singu<strong>la</strong>r, pero al mismo tiempo es pensada,<br />
voluntad universal o, para emplear <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> Rousseau, voluntad general.<br />
<strong>Hegel</strong> recoge en <strong>la</strong> Fenomenología los textos <strong>de</strong> El contrato social <strong>de</strong> Rousseau.<br />
«Esta voluntad no es el pensamiento vacío <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad que se da en el asentimiento<br />
silencioso o en el asentimiento por representación, sino que es voluntad realmente<br />
universal, voluntad <strong>de</strong> todos los singu<strong>la</strong>res en cuanto tales. En efecto, <strong>la</strong> voluntad es en<br />
sí <strong>la</strong> consciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> personalidad o <strong>la</strong> consciencia <strong>de</strong> cada cual, y <strong>de</strong>be ser como<br />
voluntad efectiva auténtica, como esencia consciente <strong>de</strong> sí <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s personalida<strong>de</strong>s y<br />
<strong>de</strong> cada personalidad, <strong>de</strong> suerte que cada cual lo haga siempre todo sin dividirse y que lo<br />
que emerge como operación <strong>de</strong>l todo sea <strong>la</strong> operación inmediata y consciente <strong>de</strong> cada<br />
cual.» 968 «Cada uno <strong>de</strong> nosotros —<strong>de</strong>cía Rousseau— pone en común su persona y todo<br />
su po<strong>de</strong>r bajo <strong>la</strong> suprema dirección <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad general, y en tanto que cuerpo<br />
nosotros recibimos cada miembro como parte indivisible <strong>de</strong>l Todo.» 969<br />
Cada voluntad singu<strong>la</strong>r, al elevarse a voluntad general, se convierte en <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong><br />
966 Phénoménologie, II. p. 141 (Fenomenología, p. 350).<br />
967 El tránsito dialéctico es el <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución Francesa a <strong>la</strong> concepción moral <strong>de</strong>l mundo; pero, a su vez,<br />
<strong>la</strong> concepción moral <strong>de</strong>l mundo es un momento que conduce a un tercer tipo <strong>de</strong> sí mismo espiritual.<br />
968 Phénoménologie, II, p. 284.<br />
969 Contrat social, ed. Beau<strong>la</strong>von, op. cit., p. 141.