Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel
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como lo que nace <strong>de</strong> él (Enstan<strong>de</strong>nes), y no (Gegenstand). En este sentido <strong>la</strong><br />
experiencia aparece a <strong>la</strong> consciencia como un <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> mundos nuevos, y ello<br />
es así porque olvida su <strong>de</strong>venir; como el escepticismo, no ve más que el resultado<br />
negativo <strong>de</strong> su experiencia anterior, vuelta hacia su porvenir y no hacia su pasado, no<br />
pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r que esta experiencia era una génesis <strong>de</strong> lo que para el<strong>la</strong> es un nuevo<br />
objeto.<br />
Por todo lo dicho, <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia que hace <strong>la</strong> consciencia se presenta<br />
doblemente iluminada o mejor, hay dos necesida<strong>de</strong>s, <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> negación <strong>de</strong>l objeto<br />
efectuada por <strong>la</strong> propia consciencia en su experiencia, en <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> su saber, y <strong>la</strong> <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> aparición <strong>de</strong>l objeto nuevo que se opera a partir <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia anterior. 56 Esta<br />
segunda necesidad sólo radica en el filósofo que vuelve a pensar el <strong>de</strong>sarrollo<br />
fenomenológico; existe ahí un momento <strong>de</strong>l en sí o <strong>de</strong>l «para nosotros» que no se<br />
encuentra en <strong>la</strong> consciencia: «Esta circunstancia es <strong>la</strong> que acompaña <strong>la</strong> sucesión<br />
completa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s figuras <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia en su necesidad. Pero es esta misma necesidad,<br />
o el nacimiento <strong>de</strong>l nuevo objeto, que se presenta a <strong>la</strong> consciencia sin que ésta sepa<br />
cómo ocurre, lo que para nosotros suce<strong>de</strong>, por así <strong>de</strong>cirlo, a sus espaldas. En este<br />
movimiento se produce, por tanto, un momento <strong>de</strong>l ser en sí o <strong>de</strong>l ser para nosotros —es<br />
<strong>de</strong>cir, el filósofo—, momento que no está presente para <strong>la</strong> consciencia que se hal<strong>la</strong> por<br />
sí misma inmersa en <strong>la</strong> experiencia 57 . El contenido es captado por el<strong>la</strong>, pero no su<br />
génesis; todo ocurre como si <strong>la</strong> consciencia olvidara su propio <strong>de</strong>venir, que, en cada<br />
momento particu<strong>la</strong>r, le hace ser lo que es, «Lo que ha nacido es para el<strong>la</strong> so<strong>la</strong>mente<br />
como objeto [Gegenstand], mientras que para nosotros es al mismo tiempo en cuanto<br />
movimiento y en cuanto <strong>de</strong>venir.» 58<br />
Basta con tomar unos cuantos capítulos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología para darse cuenta,<br />
efectivamente, <strong>de</strong> que cada momento es el resultado <strong>de</strong> un <strong>de</strong>venir que <strong>la</strong> propia<br />
consciencia ignora. Sólo el filósofo ve en <strong>la</strong> Fuerza, objeto <strong>de</strong>l entendimiento, el<br />
resultado <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia perceptiva, o también en <strong>la</strong> Vida, que es<br />
como un objeto nuevo, el resultado <strong>de</strong> <strong>la</strong> dialéctica <strong>de</strong> lo infinito que era propia <strong>de</strong>l<br />
entendimiento. Así, pues, <strong>la</strong>s diversas consciencias particu<strong>la</strong>res que se encuentran en <strong>la</strong><br />
Fenomenología se hal<strong>la</strong>n vincu<strong>la</strong>das unas con otras no a través <strong>de</strong> un <strong>de</strong>venir<br />
contingente, que es lo que ordinariamente se entien<strong>de</strong> por experiencia, sino por medio<br />
<strong>de</strong> una necesidad inmanente que sólo existe para el filósofo. «A esta necesidad se <strong>de</strong>be<br />
el que un tal camino hacia <strong>la</strong> ciencia sea ya él mismo ciencia y el que, en cuanto a su<br />
contenido, sea <strong>la</strong> ciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia.» 59<br />
56 Se podría l<strong>la</strong>mar a esta necesidad retrospectiva.<br />
57 Phénoménologie, I. pp. 76-77, (Fenomenología, pp, 59-60).<br />
58 Phénoménologie, I, p. 77 (Fenomenología, p. 60). La Fenomenología es teoría <strong>de</strong>l conocimiento y filosofía<br />
especu<strong>la</strong>tiva al mismo tiempo; pero sólo es filosofía especu<strong>la</strong>tiva para nosotros (cf., sobre este punto,<br />
nuestra conclusión: Fenomenología y Lógica). Es <strong>de</strong>cir: <strong>la</strong> Fenomenología <strong>de</strong> <strong>Hegel</strong> es al mismo tiempo<br />
<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia fenoménica y comprensión <strong>de</strong> esta consciencia por el filósofo.<br />
59 Phénoménologie, I, p. 77 (Fenomenología, p. 60). La sucesión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ‘experiencias’ <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia en <strong>la</strong><br />
Fenomenología no es, por tanto, contingente más que para <strong>la</strong> consciencia fenoménica. En cuanto a nosotros, que<br />
coletamos esas experiencias, <strong>de</strong>scubrimos al mismo tiempo <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> progresión que va <strong>de</strong> una a otra. Lo que<br />
<strong>la</strong> Fenomenología <strong>de</strong>muestra es <strong>la</strong> inmanencia <strong>de</strong> toda experiencia a <strong>la</strong> consciencia. Hay que reconocer, por otra parte,<br />
que esta necesidad (sintética) no siempre resulta fácil <strong>de</strong> captar, y el pasaje parece a veces arbitrario al lector<br />
mo<strong>de</strong>rno. El citado paso p<strong>la</strong>ntea a<strong>de</strong>más el problema <strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre historia y fenomenología.