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Génesis y estructura de la 'Fenomenología del Espíritu' de Hegel

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criminal, no parece que haya posibilidad <strong>de</strong> reconciliación alguna. Lo que se hace,<br />

hecho está: el criminal será siempre un criminal. «Ante <strong>la</strong> ley el criminal no es nada<br />

más que un criminal, pero, así como aquél<strong>la</strong> es sólo un fragmento <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza<br />

humana, lo mismo ocurre con éste. Si <strong>la</strong> ley fuese un todo, un absoluto, entonces el<br />

criminal no sería más que un criminal.» Pero «el pecador es un hombre, no un pecado<br />

existente». Es él mismo quien, por medio <strong>de</strong> su acto, ha suscitado ese <strong>de</strong>stino hostil que<br />

le hace sufrir y, afrontando su <strong>de</strong>stino, se eleva por encima <strong>de</strong> sí mismo. 1098 La vida<br />

infinita se ha dividido en <strong>la</strong> acción y aspira a una reconciliación, porque esta vida existe<br />

también en el criminal. El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida como amor es justamente lo que<br />

constituye el carácter sublime <strong>de</strong> Cristo. «Don<strong>de</strong> fuera que Cristo encontraba <strong>la</strong> fe se<br />

expresaba valientemente en estos términos: “Tus pecados le serán perdonados”; porque<br />

<strong>la</strong> fe significaba para él conocimiento <strong>de</strong>l espíritu por el espíritu, elevación por encima<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> ley y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino.» Ante el pecador creyente. Cristo tenía confianza en el espíritu<br />

que aún no era, pero hacia el cual se encaminaba. «Jesús reconocía a los que tienen en<br />

ellos <strong>la</strong> armonía, el amor, y superan, por tanto, su <strong>de</strong>stino; no necesita un conocimiento<br />

fragmentado <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza humana, sino que <strong>de</strong>scubre <strong>la</strong> inmanencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

infinita en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida finita. «En cambio, los judíos no podían enten<strong>de</strong>r el perdón<br />

<strong>de</strong> los pecados, porque para ellos había una Separación absoluta..., habían alienado toda<br />

armonía, todo amor, situándolos en un ser extraño.» 1099 La i<strong>de</strong>a que se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> este<br />

texto es <strong>la</strong> <strong>de</strong> una reconciliación viva que sustituye a una oposición muerta. El hecho<br />

sigue subsistiendo, pero como algo pasado, un pasado que espera su significado <strong>de</strong>l<br />

futuro, una herida que pue<strong>de</strong> curarse. Y eso es también lo que dice <strong>Hegel</strong> con un tono<br />

un poco diferente en el texto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología que ahora comentamos: «Las heridas<br />

<strong>de</strong>l espíritu se curan sin <strong>de</strong>jar cicatrices. El hecho no es imperece<strong>de</strong>ro, sino que el<br />

espíritu lo reabsorbe en sí mismo; y el <strong>la</strong>do <strong>de</strong> <strong>la</strong> singu<strong>la</strong>ridad, que, ya sea como<br />

intención, ya sea como su negatividad y su límite en el elemento <strong>de</strong>l ser ahí, está<br />

presente en el hecho, es lo que <strong>de</strong>saparece inmediatamente.» 1100 Como todos los<br />

románticos, lo que quiere pensar <strong>Hegel</strong> es <strong>la</strong> inmanencia <strong>de</strong> lo infinito en lo finito. Pero<br />

eso le lleva a una filosofía trágica <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia; el espíritu infinito no <strong>de</strong>be ser pensado<br />

más allá <strong>de</strong>l espíritu finito, <strong>de</strong>l hombre actuante y pecador, sino que también está ávido<br />

<strong>de</strong> participar en el drama humano. Su infinitud verda<strong>de</strong>ra, su infinitud concreta, no<br />

existe sin esta caída. Dios no pue<strong>de</strong> ignorar <strong>la</strong> finitud y el sufrimiento humanos. Y, a <strong>la</strong><br />

inversa, el espíritu finito no es un más acá, sino que se supera a sí mismo, atraído<br />

constantemente hacia su trascen<strong>de</strong>ncia. Pues bien, ese superarse constituye<br />

precisamente <strong>la</strong> curación posible <strong>de</strong> su finitud. Así es como se p<strong>la</strong>ntea en el hegelianismo<br />

el problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> unidad <strong>de</strong> Dios y el hombre, su reconciliación, que no tiene<br />

lugar sin <strong>la</strong> oposición —lo que <strong>Hegel</strong> l<strong>la</strong>ma alienación. 1101<br />

Con todo, en el presente texto <strong>de</strong> <strong>la</strong> Fenomenología, <strong>la</strong> dialéctica <strong>de</strong>l perdón <strong>de</strong><br />

los pecados ofrece también ciertas características particu<strong>la</strong>res; contrapone el juicio al<br />

hombre que actúa y trata una vez más <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

autoconsciencias. El hombre que actúa no pue<strong>de</strong> ais<strong>la</strong>rse <strong>de</strong> los otros, <strong>de</strong> <strong>la</strong> consciencia<br />

universal; experimenta <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> ser reconocido, que, como hemos visto, era <strong>la</strong><br />

1098 NOHL, op. cit., pp. 278 y ss.<br />

1099 NOHL, op. cit., p. 289. En este texto <strong>Hegel</strong> sustituye el universal abstracto <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley por el <strong>de</strong>stino, y<br />

piensa <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una reconciliación por medio <strong>de</strong>l amor: «Este sentimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que se encuentra a<br />

sí misma es el amor, y justamente en este amor es don<strong>de</strong> se produce <strong>la</strong> reconciliación con el <strong>de</strong>stino» (p.<br />

283).<br />

1100 Phénoménologie, II, p. 197 (Fenomenología, p. 390).<br />

1101 Cf. el viernes santo especu<strong>la</strong>tivo en G<strong>la</strong>uben und Wissen. ed. Lasson, I. p. 346. Asimismo, <strong>la</strong> lógica<br />

hegeliana será <strong>la</strong> reconciliación <strong>de</strong>l entendimiento intuitivo (divino) y <strong>de</strong>l entendimiento discursivo<br />

(humano).

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