12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

le arrancó los botones <strong>de</strong> la saya, Minervina trató aún <strong>de</strong> resistirse.<br />

Pero todo fue en vano.<br />

Al día siguiente, Cipriano buscó al padre Toval:<br />

—H... he yacido con mi nodriza, padre, con la mujer que me<br />

amamantó.<br />

<strong>El</strong> padre Toval le reprendió:<br />

—Eso es casi como yacer con tu propia madre, Cipriano. No te dio la<br />

vida pero te dio parte <strong>de</strong> la suya cuando no podías valerte.<br />

Cipriano vagaba ahora por la casa como sonámbulo. Apenas osaba<br />

mirar a la cara a Minervina en presencia <strong>de</strong> sus tíos. En su cabeza<br />

daba vueltas a su confesión. No había sido <strong>de</strong>l todo sincero con el<br />

padre Toval. Por otra parte le <strong>de</strong>sagradaba darle cuenta <strong>de</strong> unos<br />

sentimientos tan íntimos. ¿Cómo podría llegar a enten<strong>de</strong>r el padre<br />

Toval su relación con la muchacha?<br />

Y si no la entendía, ¿cómo podía juzgarla?<br />

<strong>El</strong> jueves siguiente, al verse solos, Minervina y él se refugiaron el uno<br />

en el otro como la cosa más natural <strong>de</strong>l mundo. Sin confesárselo<br />

habían estado esperando impacientes este momento. E<br />

instintivamente ella volvía a darse a él, le nutría, y él se aferraba a<br />

ella como a una tabla <strong>de</strong> salvación.<br />

Yacían <strong>de</strong>snudos en la estrecha cama <strong>de</strong> ella y las tímidas reservas<br />

<strong>de</strong> Minervina revalorizaban la consumación <strong>de</strong>l acto. La tomó hasta<br />

tres veces y, al concluir, experimentó como un hastío <strong>de</strong> sí mismo,<br />

pensando que estaba prostituyendo a la muchacha. Le constaba su<br />

amor, la pureza <strong>de</strong> su inclinación hacia ella, pero, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todo,<br />

no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> ver la sórdida aventura <strong>de</strong>l joven amo que se aprovecha<br />

<strong>de</strong> la criada. Buscó en San Gregorio otro confesor <strong>de</strong>sconocido:<br />

—M... me acuso, padre, <strong>de</strong> poseer a mi nodriza, pero no puedo<br />

arrepentirme <strong>de</strong> ello. Mi amor es más fuerte que mi voluntad.<br />

—¿La quieres o la <strong>de</strong>seas?<br />

—Si la <strong>de</strong>seo, padre, es porque la quiero. Nunca quise a nadie en la<br />

vida como a ella.<br />

—Pero eres aún un chiquillo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!