12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La herejía<br />

VII<br />

Cumplida la mayoría <strong>de</strong> edad, Cipriano Salcedo se doctoró en Leyes,<br />

entró en posesión <strong>de</strong>l almacén <strong>de</strong> la Ju<strong>de</strong>ría y <strong>de</strong> las tierras <strong>de</strong><br />

Pedrosa y se trasladó a vivir a la vieja casa paterna en la Corre<strong>de</strong>ra<br />

<strong>de</strong> San Pablo, cerrada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> don Bernardo. Unos años<br />

<strong>de</strong>spués, conseguidos estos objetivos, se impuso otros tres muy<br />

<strong>de</strong>finidos y ambiciosos: encontrar a Minervina, alcanzar un prestigio<br />

social y elevar su posición económica hasta ponerse a nivel <strong>de</strong> los<br />

gran<strong>de</strong>s comerciantes <strong>de</strong>l país. <strong>El</strong> primer objetivo, encontrar a<br />

Minervina, que él consi<strong>de</strong>raba el más sencillo, fracasó. En<br />

Santovenia apenas encontró a alguien que recordara a la muchacha.<br />

Los padres habían muerto y ella —<strong>de</strong>cían— había marchado <strong>de</strong>l<br />

lugar. |Casada|, dijo uno, pero un segundo rectificó: la Miner no se<br />

casó nunca; marchó con su hermana a Mojados don<strong>de</strong> vivía una vieja<br />

tía suya. Cipriano se <strong>de</strong>splazó a Mojados en su nuevo caballo<br />

“Relámpago”. Nadie sabía nada allí <strong>de</strong> la chica; ni siquiera habían<br />

oído nunca un nombre tan raro. Él insistía: Minervina, Minervina<br />

Capa. Pero nadie le daba razón. En todo el término no se conocía<br />

una muchacha con ese nombre. Cipriano Salcedo, que no<br />

comprendía la vida sin la muchacha, la buscó por los pueblos <strong>de</strong> los<br />

alre<strong>de</strong>dores. Inútil. Desconocedor <strong>de</strong>l para<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Blasa y Mo<strong>de</strong>sta,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fallecimiento <strong>de</strong> su padre, reinició la búsqueda<br />

empezando <strong>de</strong> nuevo por el principio:<br />

Santovenia. Conectó con Olvido Lanuza, “la Alumbrada”, que había<br />

perdido un poco la cabeza y le dijo que Minervina había entrado al<br />

servicio <strong>de</strong> don Bernardo Salcedo en la villa. Nadie facilitaba otras<br />

pistas sobre la chica, salvo una achacosa centenaria, Leonor<br />

Vaquero, quien le informó que se había casado con un<br />

manufacturero <strong>de</strong> Segovia. “Relámpago” llevó a Cipriano hasta<br />

Segovia en dos etapas. Pero ¿por dón<strong>de</strong> empezar la búsqueda?<br />

Preguntó, una por una, en todas las industrias <strong>de</strong> tejidos <strong>de</strong> la<br />

ciudad, pero allí le pedían el nombre <strong>de</strong>l marido ya que el <strong>de</strong> la<br />

mujer no constaba en las nóminas. Salcedo regresó a Valladolid<br />

<strong>de</strong>solado. Se iban <strong>de</strong>svaneciendo las últimas esperanzas. Encontrar<br />

a Minervina, que siempre se le antojó una empresa fácil, le parecía<br />

ahora una utopía irrealizable.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!