12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

acostumbrándose a recostar su pequeña cabeza en la axila cálida y<br />

pelona <strong>de</strong> Teo y, en este seguro refugio, a quedarse dormido.<br />

En aquellos bochornosos días <strong>de</strong>l primer verano <strong>de</strong> casados,<br />

Cipriano hizo otro sorpren<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>scubrimiento: Teo no sudaba.<br />

Pasaba calor, se sofocaba, se cansaba, pero sus poros no se abrían.<br />

Ante un fenómeno tan inexplicable, la actitud <strong>de</strong> Cipriano se hizo<br />

aún más reverencial. Su viva aversión hacia las axilas sudadas,<br />

hacia la sobaquina, no rezaba con su esposa.<br />

Ni en el caluroso viaje <strong>de</strong> novios, en las recalentadas pensiones, ni<br />

en sus paseos por las viejas ciuda<strong>de</strong>s Teo sudaba, en tanto la<br />

reducida anatomía <strong>de</strong> Cipriano, con escasas grasas que quemar, se<br />

<strong>de</strong>rretía como la manteca bajo las altas temperaturas. En principio<br />

él atribuyó la anomalía a algún motivo adventicio, pero Teo le sacó<br />

<strong>de</strong> dudas:<br />

—Ni <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pelar al sol cien cor<strong>de</strong>ros me ha caído <strong>de</strong> la frente<br />

una gota <strong>de</strong> sudor.<br />

Fue otra novedad que avivó la sexualidad <strong>de</strong> Salcedo. Él buscaba<br />

una razón para explicarla y, finalmente, creyó haberla encontrado:<br />

la ausencia <strong>de</strong> sudor y <strong>de</strong> vello eran manifestaciones <strong>de</strong> un mismo<br />

fenómeno. Las carnes prietas <strong>de</strong> Teo no florecían porque les faltaba<br />

riego.<br />

A pesar <strong>de</strong> esto, a pesar <strong>de</strong> todo, Cipriano, durante el primer año <strong>de</strong><br />

su matrimonio, lejos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar <strong>de</strong>fectos estas rarezas, las<br />

consi<strong>de</strong>raba acicates, estímulos libidinosos. También Teo por su<br />

parte, hacía <strong>de</strong>scubrimientos extraordinarios en el cuerpo <strong>de</strong> su<br />

marido.<br />

Cipriano no solamente era un ser humano bello, aunque reducido y<br />

musculado, sino, contrariamente a ella, excepcionalmente velludo.<br />

<strong>El</strong> vello no sólo crecía en abundancia en las axilas y en el pubis sino<br />

en los lugares menos propicios para albergar folículos, como los<br />

pies, los hombros o la cintura. Ante tamaña muestra <strong>de</strong><br />

masculinidad, ella, algunas noches, tras su risotada explosiva,<br />

exclamaba fuera <strong>de</strong> sí:<br />

—Me enloqueces, chiquillo.<br />

Tienes más pelos que un mono.<br />

Cipriano, que gustaba <strong>de</strong> las carnes duras, lisas, sin acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />

su esposa, pensaba: la atracción <strong>de</strong> los contrarios. Mas entre esta

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!