12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Bernardo Salcedo la abrazó tiernamente. Envuelto en su lubricidad<br />

inagotable, don Bernardo recataba una ternura pocas veces<br />

manifiesta. De pronto se <strong>de</strong>sprendió <strong>de</strong> la capa corta que vestía y la<br />

<strong>de</strong>positó sobre el respaldo <strong>de</strong> una silla. Fue hacia ella:<br />

—¡Oh! —dijo—, las mujeres bonitas no <strong>de</strong>berían mezclarse en estos<br />

asuntos tan sucios.<br />

Volvió a abrazarla y ella aprovechó su proximidad para sacar su<br />

pierna <strong>de</strong>snuda por la abertura <strong>de</strong> la basquiña e introducirla entre<br />

las firmes piernas <strong>de</strong> Salcedo.<br />

Don Bernardo, sorprendido, dijo:<br />

—¿Qué haces? ¿Qué preten<strong>de</strong>s?<br />

<strong>El</strong>la se soltó <strong>de</strong> su abrazo y se <strong>de</strong>sprendió <strong>de</strong>l gonete, sacándolo por<br />

la cabeza. No tenía jubón ni camisa <strong>de</strong>bajo. Estaba <strong>de</strong>snuda.<br />

Se aflojó la cintura <strong>de</strong> la basquiña que resbaló hasta sus pies.<br />

Rompió a reír mientras corría ligera por el pasillo:<br />

—Taita, así <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>snudarnos <strong>de</strong> nuestras penas. ¿A que no me<br />

coges? —dijo.<br />

Él corría torpemente, tropezando con los muebles y, aunque ganado<br />

por un <strong>de</strong>seo ardiente, no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> pensar en la volubilidad <strong>de</strong> la<br />

chica. ¿Había llorado <strong>de</strong> veras o se había limitado a provocar su<br />

encandilamiento? Volvía a asaltarle la duda sobre la manera <strong>de</strong> ser<br />

<strong>de</strong> Petra Gregorio. ¿La conocía a fondo o únicamente sabía <strong>de</strong> ella<br />

que era in<strong>de</strong>scifrable? Tornaban a jugar al escondite y cuando él,<br />

finalmente, la atrapó en el cuarto oscuro y la <strong>de</strong>rribó sobre el suelo<br />

entarimado, entre los cachivaches, ella se entregó sin resistencia.<br />

La salacidad que Petra <strong>de</strong>spertaba en él distrajo a Salcedo <strong>de</strong> su<br />

anterior <strong>de</strong>voción por Minervina. La veía poco. Menos aún a su hijo<br />

Cipriano que había cumplido ya los tres años. Pero el 15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong><br />

1521 ocurrió en el número 5 <strong>de</strong> la Corre<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> San Pablo un hecho<br />

inesperado que, <strong>de</strong> forma fortuita, le puso <strong>de</strong> nuevo en relación con<br />

la muchacha. A la joven Minervina, la eficaz nodriza <strong>de</strong> los pechos<br />

pequeños, se le retiró repentinamente la leche. ¿Motivos?<br />

En apariencia no los había. Minervina había dormido bien, había<br />

cenado como <strong>de</strong> costumbre, no había hecho esfuerzo físico alguno.<br />

Por otra parte, los graves acontecimientos <strong>de</strong> la calle no le

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!