12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Al ver el poco éxito <strong>de</strong> su ocurrencia, Gonzalo Maluenda olvidó sus<br />

frivolida<strong>de</strong>s. Hombre inseguro, sin personalidad <strong>de</strong>finida, Cipriano<br />

no lo consi<strong>de</strong>ró la persona a<strong>de</strong>cuada para dirigir el comercio <strong>de</strong> la<br />

lana con Flan<strong>de</strong>s. Se le antojaba el típico miembro <strong>de</strong> esas terceras<br />

generaciones <strong>de</strong> negociantes que, en poco tiempo, terminan<br />

<strong>de</strong>shaciendo la fortuna que sus abuelos amasaron con tanto<br />

esfuerzo. No le sorprendió que Gonzalo Maluenda volviera a reír a<br />

<strong>de</strong>stiempo cuando le informó <strong>de</strong>l apresamiento <strong>de</strong> dos barcos <strong>de</strong> la<br />

flotilla por los corsarios, como si fuese una anécdota divertida.<br />

—Se salieron <strong>de</strong> la formación —dijo—. No navegaban en conserva.<br />

—P... pero estarían asegurados.<br />

—Lo estaban, pero al salirse <strong>de</strong> la conserva el reasegurador se ha<br />

llamado a andana. Es natural.<br />

Cada uno <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> lo suyo.<br />

Cipriano Salcedo inició el regreso a Valladolid muy <strong>de</strong>caído.<br />

<strong>El</strong> nuevo patrón burgalés no estaba a la altura <strong>de</strong> las<br />

circunstancias.<br />

Le había parecido un chiquilicuatro y el apresamiento <strong>de</strong> dos veleros<br />

una advertencia a tener en cuenta en lo sucesivo. Salcedo era<br />

consciente <strong>de</strong> que los errores <strong>de</strong> Gonzalo Maluenda le arrastrarían a<br />

él inevitablemente. Enlazó esta reflexión con la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong><br />

visitar Segovia, la ciudad pañera <strong>de</strong> Castilla la Vieja. Cuando la<br />

conoció meses atrás, le había sorprendido por su actividad y, a<br />

pesar <strong>de</strong> que Minervina ocupaba entonces todos sus pensamientos,<br />

no le pasó inadvertido que Segovia era una pequeña ciudad textil<br />

que se <strong>de</strong>sarrollaba a costa <strong>de</strong> sus propios recursos. Sabía<br />

transformar sus materias primas <strong>de</strong> manera que el dinero siempre<br />

quedara en casa.<br />

¿Por qué Valladolid no intentaba una empresa semejante? ¿Por qué<br />

la villa no transformaba los setecientos mil vellones que anualmente<br />

exportaba a Flan<strong>de</strong>s como hacían los industriales segovianos? ¿No<br />

podría ser él, Cipriano Salcedo, el llamado a conseguirlo? <strong>El</strong> viento<br />

en el rostro, acentuado por el trote largo <strong>de</strong> “Relámpago”,<br />

estimulaba su imaginación. Corte <strong>de</strong> España, resignada a su<br />

condición <strong>de</strong> villa <strong>de</strong> servicios, pensó, Valladolid era una ciudad<br />

dormida, don<strong>de</strong> la suprema aspiración <strong>de</strong>l pobre era comer la sopa<br />

boba y la <strong>de</strong>l rico vivir <strong>de</strong> las rentas. Allí nadie se movía.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!