12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

De pronto divisó el enorme sapo nadando entre las espadañas.<br />

Nadaba <strong>de</strong>spacio, sin alborotar el agua, con los ojos abultados, fríos<br />

e indiferentes, en un punto fijo.<br />

Mostró a Cazalla el repugnante animal.<br />

—Es la sapina —dijo éste con curiosidad—. Está en plena cópula.<br />

¿Se ha fijado?<br />

Al oírle fue cuando Salcedo <strong>de</strong>scubrió al macho, un sapillo diminuto<br />

e impávido sobre el ancho lomo <strong>de</strong> la sapa. Algo se le revolvió en el<br />

estómago. Experimentó un almadiamiento y, acto seguido, la<br />

náusea. Miraba a los dos animales apareados pero no los veía. Veía<br />

una barcaza con el rostro y los pechos <strong>de</strong> Teo como mascarón <strong>de</strong><br />

proa, y él bogando solitario en la popa. Experimentó asco <strong>de</strong> sí<br />

mismo, una repugnancia tan apremiante que salió apresuradamente<br />

<strong>de</strong>l agua y, antes <strong>de</strong> alcanzar el camino, vomitó. Cazalla caminaba<br />

tras él:<br />

—¿Se pone enfermo vuesa merced? Ha perdido el color.<br />

—Esos bichos, esos bichos —repetía Salcedo.<br />

—¿Los sapos dice? —reía—. La hembra es diez veces mayor que el<br />

macho. Curioso ¿verdad? <strong>El</strong> macho apenas es algo más que un<br />

minúsculo irrigador, un saquito <strong>de</strong> esperma.<br />

—Calle vuestra paternidad, se lo ruego.<br />

La turbia imagen no salía <strong>de</strong> su cabeza aunque torturara a<br />

“Relámpago” con las espuelas, como si la torpe visión estuviera<br />

relacionada con la velocidad. La Teo—sapa <strong>de</strong>jándose escalar por<br />

Cipriano—sapo y, una vez conquistada, navegar sobre ella por el<br />

gran lago, era una escena que volvía a alterarle el estómago.<br />

¿Tendría valor para volver a poseer a Teo?<br />

”La Reina <strong>de</strong>l Páramo” le recibió con exageradas manifestaciones <strong>de</strong><br />

alivio:<br />

—¡Oh, ya estás aquí, chiquillo! ¡Dios mío, creí que no volvías nunca!<br />

Me veía sola, Cipriano, y me <strong>de</strong>cía: sola no puedo tener un hijo,<br />

necesito “la cosita” <strong>de</strong> mi esposo.<br />

Pero a la noche Cipriano no hizo intención <strong>de</strong> acercarse a ella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!