12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No le <strong>de</strong>volví la visita al “Doktor” hasta ocho años más tar<strong>de</strong>. Fue<br />

aquél un viaje inolvidable a Valladolid. Tuve el honor <strong>de</strong> asistir a un<br />

conventículo presidido por el “Doktor” junto a su madre, doña<br />

Leonor <strong>de</strong> Vivero. Sin duda, esta mujer tenía una visión clara <strong>de</strong> las<br />

cosas, una i<strong>de</strong>a inequívoca <strong>de</strong> lo esencial, aunque en sus modales<br />

mostrase un cierto autoritarismo.<br />

La línea azul <strong>de</strong>l mar subía y bajaba en la portilla, acor<strong>de</strong> con el<br />

leve balanceo <strong>de</strong>l navío. También acompañaba a los comensales un<br />

reiterado crujido <strong>de</strong>l mamparo <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra que separaba el pequeño<br />

refectorio <strong>de</strong> la camareta <strong>de</strong>l capitán. Dijo Cipriano Salcedo<br />

asintiendo:<br />

—Todos sus hijos la veneraban.<br />

Les confortaba su fe. Uno <strong>de</strong> ellos, Pedro, párroco <strong>de</strong> Pedrosa,<br />

compartía con ella la afición <strong>de</strong> Lutero por la música porque<br />

entendía que la verdad y la cultura, para ser tales, <strong>de</strong>ben marchar<br />

unidas.<br />

<strong>El</strong> joven marmitón les servía ahora un plato <strong>de</strong> carne y, al concluir,<br />

colocó sobre la mesa otra jarra <strong>de</strong> tinto <strong>de</strong> Bur<strong>de</strong>os antes <strong>de</strong><br />

ausentarse. <strong>El</strong> capitán vertió vino en el vaso <strong>de</strong> Salcedo. Tellería aún<br />

no lo había probado y seguía observando a Berger con una<br />

curiosidad <strong>de</strong> entomólogo, mientras cargaba <strong>de</strong> tabaco la cazoleta<br />

<strong>de</strong> su pipa, una pipa india, <strong>de</strong> barro, que los matuteros <strong>de</strong> los<br />

galeones introducían en Sevilla, junto con el tabaco, cuyo consumo<br />

empezaba a difundirse entre el pueblo pese a la enemiga <strong>de</strong> la<br />

Inquisición. <strong>El</strong> capitán aguardó a que el pinche cerrara la puerta<br />

corre<strong>de</strong>ra para <strong>de</strong>cir:<br />

—Al referirnos a Valladolid no <strong>de</strong>bemos olvidar a un hombre clave,<br />

don Carlos <strong>de</strong> Seso, encarnación perfecta <strong>de</strong>l macho veronés:<br />

apuesto, fuerte, inteligente y presumido. A mi enten<strong>de</strong>r, don Carlos<br />

<strong>de</strong> Seso es una figura imprescindible en el <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l luteranismo<br />

castellano.<br />

Cipriano Salcedo acariciaba a contrapelo su corta barba. Asentía <strong>de</strong><br />

una manera mecánica, un poco forzada:<br />

—Don Carlos <strong>de</strong> Seso es un hombre interesante, muy leído, pero hay<br />

algo oscuro en torno a su persona: ¿por qué marchó <strong>de</strong> Verona?<br />

¿Por qué recaló en España? ¿Huía tal vez <strong>de</strong> algo o por simple<br />

espíritu <strong>de</strong> misión?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!