12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

esposa sin <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia, no entendía la actitud <strong>de</strong> su sobrina. Hay<br />

otras cosas en la vida, instituciones, enfermos, niños con hambre,<br />

colegios <strong>de</strong> caridad, <strong>de</strong>cía. Buscar a toda costa un ser <strong>de</strong> nuestra<br />

propia sangre para volcar en él nuestra afectividad es una conducta<br />

egoísta. Y, en el fondo, Cipriano le daba la razón, pero no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>r que <strong>de</strong>sdoblarse fuese la máxima aspiración <strong>de</strong> toda<br />

mujer en este mundo.<br />

Una mañana, antes <strong>de</strong> salir para la Ju<strong>de</strong>ría, un correo urgente <strong>de</strong><br />

Peñaflor le dio cuenta <strong>de</strong> que su suegro, don Segundo, había sido<br />

asesinado. Le habían seccionado la garganta con un hocino. <strong>El</strong><br />

Telesforo Mozo, su autor, se había entregado a la autoridad en<br />

Valladolid y al ser preguntado por los móviles <strong>de</strong>l crimen había<br />

dicho:<br />

|Me <strong>de</strong>jó en la calle tirado como a un perro y quebró la condición <strong>de</strong><br />

mi hija. Era un sujeto que no merecía vivir|.<br />

Cipriano partió para La Manga sin <strong>de</strong>mora. Le dio tiempo <strong>de</strong><br />

enterrar a su suegro en el atrio <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Peñaflor y hacerse<br />

cargo <strong>de</strong> los papeles que don Segundo guardaba en el escritorio. La<br />

Petronila, asustada, había huido <strong>de</strong> casa; en cambio compareció<br />

Gildardo Albarrán llamándose a la parte, no porque la ley le<br />

amparase, sino porque tenía testigos <strong>de</strong> que don Segundo había<br />

hecho <strong>de</strong> su hija una barragana sin su consentimiento.<br />

Teo mostró una entereza admirable.<br />

<strong>El</strong> esquileo se había acabado y esto la aliviaba. Por otra parte, la<br />

cruenta muerte <strong>de</strong> su padre le parecía horrible pero a cambio no<br />

había sufrido, lo que no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> ser un consuelo.<br />

Cipriano previó graves complicaciones y un aumento <strong>de</strong> trabajo<br />

hasta <strong>de</strong>senredar aquello, pero su tío Ignacio, como <strong>de</strong> costumbre, lo<br />

simplificó. <strong>El</strong> testamento <strong>de</strong>l señor Centeno era claro. Teo era la<br />

única here<strong>de</strong>ra, Petronila usufructuaria <strong>de</strong> un pequeño fundo y<br />

arrendataria <strong>de</strong> la vivienda mientras durara el plazo <strong>de</strong>l alquiler, la<br />

Benita, la barragana, volvió con su padre a Wamba y Estacio <strong>de</strong>l<br />

Valle, el fiel corresponsal <strong>de</strong> Villanubla, quedó encargado <strong>de</strong> resolver<br />

el problema <strong>de</strong> los pastores puesto que los rebaños <strong>de</strong> don Segundo,<br />

como le <strong>de</strong>cía Cipriano Salcedo en su misiva, habían pasado a ser<br />

propiedad <strong>de</strong> Teodomira Centeno, su consorte.<br />

__________________________<br />

__________________________

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!