12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

complementos para su invento: sustituir el forro <strong>de</strong> borrego por<br />

pieles finas <strong>de</strong> alimañas y volver los puños. Tales añadidos,<br />

triplicando el precio <strong>de</strong> la prenda, constituirían para la nobleza<br />

alicientes <strong>de</strong> seguro efecto. No se trataba <strong>de</strong> adquirir pieles exóticas,<br />

sino <strong>de</strong> aprovechar pieles <strong>de</strong> animales serranos, generalmente<br />

<strong>de</strong>sconocidos para la alta sociedad, como marta, garduño, nutria,<br />

gato cerval y jineta. Y acertó. Lo que no había conseguido el canesú<br />

lo pudo el nuevo forro con los puños vueltos.<br />

Atrajo especialmente a la nobleza la variedad <strong>de</strong> pieles: había don<strong>de</strong><br />

elegir. A partir <strong>de</strong> esta última innovación, “el zamarro <strong>de</strong> Cipriano”<br />

entró en todos los hogares, se impuso en la Corte vallisoletana y se<br />

fue extendiendo por todas las capitales <strong>de</strong>l reino.<br />

Una vez convencido <strong>de</strong> que estaba en el buen camino, Cipriano<br />

Salcedo se hizo con los servicios <strong>de</strong> un avisado hombre <strong>de</strong> campo,<br />

don Tiburcio Guillén, quien organizó una red <strong>de</strong> acopladores<br />

pellejeros, que a su vez crearon otras <strong>de</strong> tramperos y un equipo <strong>de</strong><br />

curtidores expertos que trataban las pieles con aceite <strong>de</strong> abedul. De<br />

este modo, el sastre don Fermín y su taller provisional tenían<br />

asegurado el abastecimiento todo el año. Al mismo tiempo, don<br />

Fermín Gutiérrez fue autorizado para contratar personal, cortadores<br />

y costureras, |principalmente —como exigió don Cipriano— entre las<br />

jóvenes viudas <strong>de</strong> la villa que en general pasaban más necesidad que<br />

otras mujeres|.<br />

En la reorganización <strong>de</strong>l negocio, <strong>de</strong>cidió pagar a Gutiérrez por<br />

prenda terminada en lugar <strong>de</strong> a tanto alzado, lo que, <strong>de</strong> paso, le iba<br />

familiarizando con el mundo <strong>de</strong> los números: la confección <strong>de</strong> un<br />

zamarro se elevaba a tres reales, a medio su transporte, tratar con<br />

aceite <strong>de</strong> abedul una docena <strong>de</strong> pieles, ciento veinte maravedíes, y<br />

así sucesivamente. Partiendo <strong>de</strong> esta base, pudo <strong>de</strong>terminar con<br />

precisión los márgenes comerciales que iban engrosando su fortuna<br />

día a día. Meses más tar<strong>de</strong>, bajo la dirección <strong>de</strong> Dionisio Manrique,<br />

<strong>de</strong>slumbrado por el éxito <strong>de</strong>l patrón, impuso un plazo último a los<br />

curtidores: las pieles <strong>de</strong>berían estar listas el primero <strong>de</strong> mayo, <strong>de</strong><br />

manera que el negocio pudiera funcionar en todas las estaciones a<br />

un ritmo regular. Las pieles que don Tiburcio Guillén entregaba a<br />

don Dionisio Manrique y éste a don Fermín Gutiérrez, el sastre, lo<br />

eran en fechas <strong>de</strong>terminadas, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pelechar los animales, y,<br />

por tanto, previsibles con antelación. Se aumentó asimismo el<br />

número <strong>de</strong> pellejeros y, ante la avalancha <strong>de</strong> pieles, Salcedo <strong>de</strong>cidió<br />

no limitar éstas a forrar zamarros, sino exten<strong>de</strong>rlo a las ropas <strong>de</strong><br />

invierno <strong>de</strong> hombres y mujeres. “Ropillas aforradas en piel clara y<br />

oscura”, fue el subtítulo que se añadió a la cartela <strong>de</strong> la tienda <strong>de</strong> la<br />

Corre<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> San Pablo. Pero los tramperos que, por vez primera,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!