12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Estuve en varias ciuda<strong>de</strong>s alemanas, señoría.<br />

—¿Quién le indujo a visitar Alemania?<br />

—Soy comerciante, eminencia, el creador <strong>de</strong>l “zamarro <strong>de</strong> Cipriano”<br />

<strong>de</strong>l que quizás haya oído hablar. Tengo amigos y corresponsales en<br />

el extranjero con los que estoy en relación permanente.<br />

—¿No había motivos religiosos en ese viaje?<br />

—Me parece que lo que vuestra paternidad <strong>de</strong>sea saber es cuál es mi<br />

fe. ¿No es así? Si le digo que la doctrina <strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> Cristo me<br />

cautivó po<strong>de</strong>mos ahorrarnos algunas palabras. Y si uno acepta esa<br />

doctrina forzosamente tiene que aceptar otras cosas que <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong><br />

ella.<br />

—¿Reconoce entonces vuesa merced que en los últimos años ha<br />

vivido en el error?<br />

—Error no es la palabra apropiada, señoría. Creo en lo que creo <strong>de</strong><br />

buena fe.<br />

—¿Cree en lo que predica?<br />

—Nunca fui proselitista, señoría. Simplemente he procurado ser fiel<br />

a mi creencia.<br />

—¿Es cierto que mensualmente se reunían en conventículos en casa<br />

<strong>de</strong> doña Leonor <strong>de</strong> Vivero, madre <strong>de</strong> los Cazalla?<br />

—Conocí a esta señora y al Doctor a través <strong>de</strong> mi amigo Pedro<br />

Cazalla, hijo y hermano, respectivamente, <strong>de</strong> los citados.<br />

De pronto se abrió una pausa y el escribano levantó los ojos por<br />

primera vez. Estaba sometido a una prueba <strong>de</strong> resistencia. Cipriano<br />

escuchaba las respuestas <strong>de</strong> su doble, con los ojos cerrados,<br />

complacidamente. Era lo que respon<strong>de</strong>ría él si se le diera la<br />

oportunidad <strong>de</strong> reflexionar. Su doble no acusaba, no mentía, no<br />

<strong>de</strong>lataba, pero no por ello <strong>de</strong>satendía las preguntas <strong>de</strong> su eminencia,<br />

aunque a éste no parecieran agradarle sus respuestas.<br />

Su voz se hizo aún más opaca cuando le dijo:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!