12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

apagado rumor. Cuando éste se extinguió, Echarren montó en su<br />

mula y añadió:<br />

—Es Marcos Duro, el mejor guía <strong>de</strong> estos contornos.<br />

—Y ¿qué llevan?<br />

—Posiblemente ámbar, cremas <strong>de</strong> belleza, perfumes y ungüentos<br />

aromáticos. <strong>El</strong> lujo viene <strong>de</strong> Francia.<br />

La montaña se empinaba cuando salieron <strong>de</strong>l área forestal y la<br />

vegetación empezó a ralear: matorrales rastreros, brezos, tojos,<br />

arándanos. Echarren procuraba ceñir su paso a las formas <strong>de</strong> las<br />

rocas para hacerse menos visible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los bajos. En una ocasión, al<br />

salir <strong>de</strong> una curva, vieron huir un sarrio brincando <strong>de</strong> piedra en<br />

piedra. Se enredaron en una topografía escabrosa, <strong>de</strong> altos<br />

peñascos, difícil <strong>de</strong> franquear, pero, al fondo <strong>de</strong>l congosto, sobre el<br />

abismo, al abrigo <strong>de</strong> una pequeña oquedad, apareció un hombre,<br />

ataviado con sayuelo y zaragüelles, con dos caballerías<br />

apersogadas. Echarren se volvió a Cipriano:<br />

—Pierre nunca me hizo esperar —dijo sonriendo.<br />

Y emitió un silbido modulado que el eco repitió, cada vez más suave,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las barrancas <strong>de</strong>l lado francés.<br />

__________________________<br />

__________________________<br />

Libro III<br />

<strong>El</strong> auto <strong>de</strong> fe<br />

XV<br />

A instancias <strong>de</strong> Cipriano, el Doctor se avino a que Beatriz Cazalla<br />

sustituyera a su hermana Constanza en las lecturas <strong>de</strong> los<br />

conventículos. Hacía siete meses que Salcedo había regresado <strong>de</strong><br />

Alemania y esta noche, apenas iniciado el mes <strong>de</strong> mayo, Beatriz<br />

había leído unas páginas <strong>de</strong> “La libertad <strong>de</strong>l cristiano”, con la<br />

misma sonrisa <strong>de</strong>ntona, la misma entonación y el discreto ceceo que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!