12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

convencido <strong>de</strong> que únicamente entrevistándose con Melanchton y sus<br />

colaboradores, aportando información directa, libros y<br />

publicaciones, y la promesa <strong>de</strong> una ayuda quimérica llegado el caso,<br />

conseguiría animar al Doctor. Iría, pues, a Alemania, le dijo, pasaría<br />

allí el tiempo que hiciera falta, conectaría con el cerebro <strong>de</strong> la<br />

organización y recibiría instrucciones. La sola i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que Cipriano<br />

iba a viajar a Alemania ya levantó el ánimo <strong>de</strong>l Doctor. Le indicaba<br />

itinerarios en el mapa, ciuda<strong>de</strong>s, caminos, le facilitaba nombres y<br />

direcciones, contactos obligados, centros <strong>de</strong> visita inexcusable. Era<br />

como si su cerebro atascado se hubiera puesto <strong>de</strong> repente en<br />

movimiento. Una tar<strong>de</strong> le dio las señas <strong>de</strong> Berger, Heinrich Berger,<br />

marino <strong>de</strong> profesión, apóstol <strong>de</strong>l nuevo cristianismo, con quien tal<br />

vez pudiera regresar a España por los puertos <strong>de</strong>l norte. Al recordar<br />

su estancia en Alemania, los lugares que había visitado con el<br />

Emperador, los viejos amigos, los contactos iniciales, el rostro <strong>de</strong>l<br />

Doctor resplan<strong>de</strong>cía. Entre los dos iban urdiendo planes: saldría por<br />

el Pirineo y regresaría por mar o a la inversa. <strong>El</strong> zamarro <strong>de</strong><br />

Cipriano y las ropillas aforradas, llegado el caso, podían servir <strong>de</strong><br />

tapa<strong>de</strong>ra, pero <strong>de</strong> momento el proyecto <strong>de</strong>bería permanecer en<br />

secreto. ¿Había oído hablar <strong>de</strong> Pablo Echarren, vecino <strong>de</strong> Cilveti, un<br />

pueblecito al norte <strong>de</strong> Navarra? No, claro, Salcedo no había oído<br />

hablar <strong>de</strong> Echarren, ni sabía <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> Cilveti. Su viaje más<br />

largo por el norte había sido a Miranda <strong>de</strong> Ebro, ni siquiera había<br />

viajado hasta Bilbao. <strong>El</strong> Doctor le informó entonces <strong>de</strong> que Echarren<br />

llevaba gente hasta la raya con Francia, fugados, refugiados,<br />

exiliados, contrabandistas. Era su hombre pero convenía entrarle<br />

con cautela. Lo más oportuno sería hablarle <strong>de</strong> don Carlos. Seso le<br />

conocía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su estancia en Logroño y había utilizado varias veces<br />

sus servicios. Cipriano <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>cirle que don Carlos <strong>de</strong> Seso era su<br />

amigo, incluso su compariente. No, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no tenía honorarios<br />

fijos, era voluble, <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong>l momento, <strong>de</strong>l riesgo que corriera en<br />

cada <strong>de</strong>splazamiento, <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s, pero sus emolumentos —<br />

dijo— no era fácil que bajasen <strong>de</strong> veinticinco ducados ni superasen<br />

los cuarenta. Una vez en casa <strong>de</strong> Echarren, Vicente, el criado <strong>de</strong><br />

Cipriano, podía regresar a Valladolid con los caballos, puesto que<br />

Echarren disponía <strong>de</strong> acémilas propias que conocían el camino, eran<br />

silenciosas y le comprometían menos. <strong>El</strong> Doctor le facilitó la<br />

dirección <strong>de</strong> Pablo Echarren en Cilveti. Todavía, antes <strong>de</strong> partir,<br />

Cipriano Salcedo hizo una escapada con “Pispás” hasta Toro, don<strong>de</strong><br />

don Carlos <strong>de</strong> Seso le puntualizó las informaciones <strong>de</strong>l Doctor y le<br />

advirtió que los modales <strong>de</strong> Echarren eran un poco bruscos y su<br />

carácter <strong>de</strong>sigual pero que confiase en él, que cumpliría su palabra.<br />

Le dio una esquela <strong>de</strong> presentación para el navarro y, <strong>de</strong> vuelta a<br />

Valladolid, pasó por Pedrosa para entregar a Martín Martín la copia<br />

<strong>de</strong>l nuevo contrato <strong>de</strong> propiedad que había redactado su tío Ignacio<br />

en la Chancillería. A Domingo Manrique y Fermín Gutiérrez les había

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!