12.05.2013 Views

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

El Hereje.pdf - Biblioteca Digital de Cuba

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Gracias por su interés, por la merced que me hace al preocuparse<br />

por mi salud. También yo recuerdo con emoción aquel paseo otoñal<br />

por los jardines <strong>de</strong> La Confluencia, como recuerdo su perfil en los<br />

conventículos, su fervor, su entrega, aquella mano blanca levantada<br />

pidiendo vez para intervenir en los coloquios, y, muy en particular,<br />

vuestra presencia en mi casa el día <strong>de</strong> la huida, vuestra <strong>de</strong>spedida,<br />

aquel gesto imprevisto y efusivo con que me dijo adiós.<br />

Créame que aquel instante me ha confortado mucho, me ha<br />

entonado en los dolorosos momentos por los que he atravesado.<br />

¿Pasará todo esto algún día? De momento le encarezco que no sufra<br />

por mí. Cumplir lo que estimamos nuestro <strong>de</strong>ber ya encierra en sí<br />

mismo una recompensa. Os saluda con respeto y estima Cipriano<br />

Salcedo|.<br />

<strong>El</strong> otoño vino muy frío y Cipriano, cada vez más <strong>de</strong>bilitado, pasaba<br />

los días tendido en el catre, cubierto con la manta cuartelera. <strong>El</strong><br />

alcai<strong>de</strong> no había ido en su busca y Cipriano pensaba si en la<br />

interrupción <strong>de</strong>l tormento no tendría su tío algo que ver. A primeros<br />

<strong>de</strong> noviembre recibió <strong>de</strong> su parte un zamarro forrado <strong>de</strong> piel <strong>de</strong><br />

jineta y una capa segoviana. Sin embargo, el tío Ignacio no se <strong>de</strong>jó<br />

ver. Seguramente la frecuencia <strong>de</strong> las visitas a un inculpado <strong>de</strong><br />

herejía representaría un <strong>de</strong>mérito en su carrera. Por su parte, fray<br />

Domingo seguía leyendo libros que le facilitaba la Inquisición. A<br />

mediados <strong>de</strong> diciembre fue llamado a la Sala <strong>de</strong> Audiencias y<br />

regresó tres horas más tar<strong>de</strong>, sin ganas <strong>de</strong> contarle las inci<strong>de</strong>ncias<br />

<strong>de</strong>l juicio. Lo esperado, <strong>de</strong>cía, lo <strong>de</strong> siempre. Se tendió en el catre y<br />

reanudó sus lecturas como si nada hubiera ocurrido.<br />

En vísperas <strong>de</strong> Navidad, cuando ya no lo esperaba, Dato le entregó<br />

unas líneas <strong>de</strong> Ana Enríquez felicitándole la Pascua. Era una misiva<br />

halagüeña en su primera parte, don<strong>de</strong> subrayaba su probidad, su<br />

inteligencia, el hecho <strong>de</strong> haber echado sobre sus hombros, sin pedir<br />

nada a cambio, la seguridad <strong>de</strong>l grupo. |En esa hora, <strong>de</strong>cía, me di<br />

cuenta <strong>de</strong> que vuesa merced no me era indiferente.| <strong>El</strong> corazón <strong>de</strong><br />

Cipriano se aceleraba, amagaba con <strong>de</strong>sbocarse. Aquello era<br />

<strong>de</strong>masiado, no era precisamente una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> amor, pero sí la<br />

constatación <strong>de</strong> haberlo distinguido entre los <strong>de</strong>más miembros <strong>de</strong> la<br />

secta. Mas, por si cupiera aún alguna duda, en el párrafo siguiente<br />

porfiaba: |Ahora quizá comprenda mejor vuesa merced mi interés<br />

por su suerte|. Cipriano Salcedo se conmovió. Por vez primera, a los<br />

cuarenta y un años, estaba viviendo una experiencia amorosa propia<br />

<strong>de</strong> la adolescencia.<br />

Evocaba <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong> Ana, su collar <strong>de</strong> perlas, su<br />

turbante rojo, su blanca mano enjoyada levantándose como un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!