26.02.2015 Views

TOMO-6

TOMO-6

TOMO-6

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

130 JosÉ DE LA RIV A-AGÜERO<br />

pada; D. Pedro Portocarrero, capitán de los rebeldes; D.<br />

Baltasar de Castilla, hijo del Conde de la Gomera, primero<br />

almagrista, luego pizarrista, pronto siempre para alborotos<br />

y motines; y Juan de Salas, el Factor de Popayán, hermano<br />

del Arzobispo de Sevilla, que por sólo esta causa fue perdonado<br />

y galardonado, aunque permaneció impenitente<br />

hasta el final de la rebelión. Quedaban, en cambio, desva-<br />

1idos el fidelísimo sevillano D. Alonso de Montemayor 4 y<br />

Juan Delgadillo, inseparables compañeros del infeliz Virrey,<br />

a cuyo lado cayeron heridos en Añaquito; y militares<br />

de tan probada lealtad como Juan de Llanes, Juan Vendrel,<br />

Pedro de Añasco, Gabriel de Pernía, Juan Ortiz de Zárate,<br />

Lope Martín el Portugués, Cristóbal Barba y Juan<br />

Sánchez Tinoco 5. Diego Centeno, que fue el que más trabajó<br />

contra Gonzalo, no pudo sino recuperar su antigua y<br />

mediana encomienda de Pucuma. El mismo Mariscal D.<br />

Alonso de Alvarado, enviado por Carlos V como consejero<br />

militar de Gasea, quedó ofendido con el reparto, pues no<br />

obtuvo indios en propiedad.<br />

Bien es verdad que para pacificar el Perú necesitó<br />

Gasea apoyarse en los poderosos tránsfugas pizarristas, y<br />

que, aun cuando la justicia más estricta hubiera dictado la<br />

distribución de las recompensas, y hubiera sido el país diez<br />

veces más extenso y rico de lo que era, nada habría bastado<br />

para calmar la codicia del sinnúmero de pretensores. Hervía<br />

el Virreinato en enjambres de aventureros hambrientos<br />

y engreídos, acostumbrados por las guerras continuas a una<br />

vida de saqueos y profusiones, que imaginaban merecer<br />

inauditos premios y a quienes parecía injuriosa cualquiera<br />

módica retribución. En vano repartió el Presidente 130,000<br />

castellanos de oro entre los beneméritos que no alcanzaron<br />

4 Sólo en 1549, después de la muerte de Gabriel de Rojas,<br />

obtuvo un repartimiento en Charcas.<br />

5 Academia de la Historia, Mss. de la Colección Muñoz.<br />

tomo 85.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!