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152 J osÉ DE LA RIVA-AGÜERO<br />

Estaba en agonías el Virrey D. Antonio, y los soldados<br />

se salían de la ciudad armados y en cuadrillas, camino del<br />

Cuzco y las Charcas, cuando el caballero avilés D. Melchor<br />

Verdugo, Encomendero de Cajamarca y muy fiel siempre<br />

a la causa real, denunció a los Oidores una conjuración<br />

para prenderlos tan luego como el Virrey expirase. Aparecía<br />

por cabecilla el sevillano Luis de Vargas, que fue degollado<br />

(18 de Julio). De las confesiones y testimonios de<br />

su proceso resultaron sospechas contra el mayor potentado<br />

del Alto Perú, el General D. Pedro de Hinojosa. La Audiencia<br />

se lo calla en su carta al Consejo del 3 de Agosto,<br />

por razones que veremos después; pero los cronistas Diego<br />

fernández el Palentino y Garcilaso lo aseveran.<br />

Murió al fin el Virrey en la noche del 21 de Julio de<br />

1552, y volvió la Audiencia a encargarse legalmente de todo<br />

el gobierno.<br />

Había estado en Lima, hasta principios de ese mes,<br />

prosiguiendo un pleito, el Capitán Martín de Robles, famoso<br />

pizarrista y Encomendero en Charcas. Los revoltosos<br />

que se iban para las provincias de Arriba, foco de las alteraciones,<br />

se propusieron hacer cabeza de su bando a Robles,<br />

enemistándolo con el Corregidor de la Villa de la Plata<br />

(Chuquisaca), el Capitán D. Pablo de Meneses, y para<br />

esto echaron la voz de que Meneses lo deshonraba, adulterando<br />

con su mujer. Robles lo creyó al pronto, y partió de<br />

Lima cuando aun vivía el Virrey. Juraba matar a su rival,<br />

y para ello acogía con buenas palabras a los soldados que<br />

se le ofrecían por el camino. Meneses lo supo, y levantó<br />

para defenderse un escuadrón de cien hombres armados.<br />

Alvarado también hizo gente en el Cuzco, y Lorenzo Estupiñán<br />

de Figueroa en Chuquiabo, teniendo ambos por<br />

seguro el rompimiento en Charcas entre más de mil soldados,<br />

y temiendo que Robles, si vencía, se alzara con la<br />

tierra. La Audiencia, sin saber de quién fiar, acudió a Hinojosa,<br />

para hacer de ladrón, fiel, según frase del Palentino;

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