26.02.2015 Views

TOMO-6

TOMO-6

TOMO-6

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

380 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO<br />

so y calado balconaje, para que los vecinos presenciaran<br />

desde él las fiestas, toros, máscaras y demás públicos regocijos.<br />

Eran famosos los balcones de Lima, innegable atavismo<br />

arábigo, con celosías de rejillas y caprichosas ménsulas<br />

o palomillas labradas. El Padre Cal ancha exclama que<br />

semejaban calles en el aire; y Murillo los pintó, a modo de<br />

signo limeño inconfundible, en el fondo del cuadro de San<br />

Francisco Solano y Santa Rosa. Mandó asimismo el primer<br />

Marqués de Cañete quitar de la Plaza de Armas la vieja picota<br />

de la fundación, y pasarla detrás de Palacio, junto a<br />

la primitiva ermita de la Virgen de los Desamparados, construída<br />

por la devoción de un mercader valenciano mucho<br />

antes de que el Conde de Lemos en el siglo XVII la reedificara<br />

y ensanchara en el castizo templo, ahora tan lastimosamente<br />

enmascarado, desnaturalizado y desvalijado, y a<br />

punto de perecer. Allí al lado, el primer puente de cal y ladrillo<br />

sobre el Rímac, fue obra del mismo D. Andrés Hurtado<br />

de Mendoza, Marqués de Cañete. Lo reemplazó, medio<br />

siglo después, por los años de 1608 y 1610, el muy sólido,<br />

de piedra de Chorrillos, con un airoso arco triunfal delante<br />

de la iglesia de los Desamparados, cuya fábrica dirigieron el<br />

Virrey Marqués de Montesclaros y el Alcalde D. José de<br />

Ribera y Dávalos. En nuestros días se le ha desfigurado insulsa<br />

y vulgarmente. Los mismos Virrey y Alcalde levantaron<br />

por aquella época las Casas Consistoriales; y arr,eglaron<br />

la Alameda de los Descalzos, con siete calles de naranjos<br />

y cedros, olivos, manzanos y álamos, y en el medio cuatro<br />

fuentes de tazas de mármol y piedra, obligado paseo diario<br />

de coches. En el fondo de los cerros de las Ramas y Amancaes<br />

resaltaba ya el ascético monasterio franciscano de los<br />

Angeles, en que San Francisco Solano residió; y pegado a<br />

él, había un palacete o pabellón, en que acostumbraban los<br />

Virreyes recogerse a devociones y ejercicios espirituales.<br />

La pila de bronce en la Plaza Mayor, una de las más<br />

curiosas reliquias que nos legó el Virreinato (ojalá logre-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!