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LA CONQUISTA Y EL VIRREINATO 161<br />

Francisco Hernández Girón se reunió en Huamanga<br />

con su teniente Tomás Vásquez, que volvía de Arequipa; y<br />

el 28 de Febrero penetró en el valle de Jauja, camino de<br />

Lima. Traía cosa de 700 hombres, sin contar con los negros<br />

e indios de servicio, y excelente arcabucería. Había<br />

hecho grabar en la orla de una medalla, como lema de su<br />

empresa: Edent pauperes et saturabuntur. En extremo supersticioso,<br />

tenía junto a sí a los adivinos nigromantes Urquizu,<br />

Becerra y Valladares, a un clérigo astrólogo, y a la<br />

saludadora morisca Lucía de Herrera, con quienes consultaba<br />

las más graves medidas; y aseguró a un religioso de<br />

Huamanga que San Francisco se le había aparecido para<br />

animarlo.<br />

Bajó a Lima por la quebrada de Huarochirí. Hubo<br />

insignificantes encuentros entre los corredores de los dos<br />

bandos. Los de Lope Martín rindieron en un fuerte incaico<br />

de San Pedro Mama, muy cerca de la actual Chosica, a<br />

27 insurrectos. El ejército de los Oidores, para defender la<br />

capital, se colocó en el pueblo de Lati (Ate) y su rinconada.<br />

El Domingo de Ramos, 17 de Marzo de 1554, el Arzobispo<br />

celebró los oficios divinos en el campamento, con<br />

mucha música y gran salva de arcabuces y artillería 32; y<br />

esa misma tarde se supo cómo descendía Girón la quebrada<br />

inmediata, y pasaba por Manchay a ocupar la ruinosa ciudad<br />

india de Pachacamac.<br />

La táctica de Girón en toda esta guerra no varió: en<br />

vez de presentar combate a campo abierto, como lo hacían<br />

los Pizarras y Almagras, se parapetaba en alguna de las<br />

muchas fortalezas o recios edificios que los Incas habían<br />

levantado por todo el Perú; y esperaba a los realistas, confiado<br />

en la superioridad de sus arcabuces. Las casas, hospederías<br />

y murallas de Pachacamac, ya deshabitadas en<br />

aquel tiempo, se agrupan al oeste del río, entre un verde<br />

32 Consúltese Montesinos, Anales del Perú (Madrid, 1906),<br />

pág. 219.

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