26.02.2015 Views

TOMO-6

TOMO-6

TOMO-6

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

258 JosÉ DE LA RIVA-AGÜERO<br />

menos de ser, hacia los mares de Irlanda (dados los mapas<br />

anteriores, particularmente los italianos recordados atrás),<br />

las míticas islas del Brasil y de la Antilia, identificada con<br />

la de las Siete Ciudades, fundadas según la leyenda por los<br />

godos portugueses, fugitivos de la gran invasión mahometana.<br />

Nueva prueba de lo bien empapado que estaba Colón<br />

en las ideas geográficas de su tiempo, y especialmente en<br />

la cartografía de sus paisanos; y de que su descubrimiento<br />

tuvo como base empírica los que en su derredor se intentaban,<br />

lógica continuación del de los archipiélagos de Canarias,<br />

Maderas, Azores y Cabo Verde.<br />

Palmario es que se documentaba sobre las supuestas<br />

ínsulas del Oeste y que preveía la probabilidad de tocar en<br />

la Antilia, tan expresamente mencionada en la carta principal<br />

y auténtica de Toscanelli. Pero de aquí a pretender<br />

su naturaleza ligur. Se han publicado numerosas actas notariales<br />

de su familia, cuya humilde condición explica de sobra ciertos interesados<br />

silencios, lo insólito de su escudo de armas y el quimérico<br />

parentesco con los Señores de Cuccaro. ¿Qué más se quiere? Ni<br />

era tan desacostumbrado en verdad, desde los tiempos de San Fernando<br />

y Bonifaz, que los almirantes del rey de Castilla fueran<br />

genoveses. El de Alfonso XI tradujo su nombre italiano de Egidio<br />

Boccanera por Gil Bocanegra, sencillamente, sin que nadie suponga<br />

estrambóticos misterios.<br />

Claro es que rechazando la autenticidad de cuantos testimonios<br />

estorban (testamento de D. Diego Colón, Historias de Hernando<br />

Colón, Las Casas, Anglería, Bernáldez, Antonio Gallo, Giustiniani,<br />

minuta de Assereto, mapa de Bartolomé Colón, despacho<br />

del Embajador Puebla a los Reyes Católicos), e imaginando donde<br />

quiera sutilísimas intrigas y secretos de Estado, puede fabricarse<br />

una novela; pero falla la clave de la bóveda cuando reflexionamos<br />

que, después de tan inmenso servicio como el del descubrimiento<br />

de las Indias, en el entusiasmo de los primeros momentos, la rehabilitación<br />

y el perdón del supuesto corsario rebelde habría sido<br />

cosa facilísima y obligatoria, sin persistir en las imponderables<br />

complicaciones de un falso estado civil para tan alto personaje,<br />

sC'bre todo cuando Ulloa admite (pág. 184, y en otras muchas)<br />

que Fernando el Católico conocía o sospechaba el que atribuye al<br />

Descubridor. Ni ¿por qué Fernando había de empeñarse sistemáticamente<br />

en frustrar a Aragón y Cataluña de los frutos del descubrimiento,<br />

él que era tan previsor, cuando varias veces abrigó el<br />

temor y estuvo de hecho a riesgo de quedarse sólo con esos sus<br />

privativos dominios, como le pasó más tarde a la muerte de Isabel?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!