Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os
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¿Mertonismo desencadenado? | 149<br />
Una red global para la comprobación de datos por código abierto...<br />
Si en 1994 yo hubiera llegado y les hubiera dicho que, en el espacio de diez<br />
años, una red global descentralizada basada en una miríada de voluntarios<br />
y aficionados e ideólogos y algunos académicos y fuentes de información<br />
apoyadas pública o comercialmente podría igualar y, a veces, superar a las<br />
obras de calidad estándar o a los bibliotecarios de referencia en la provisión<br />
de información objetiva exacta, ustedes se habrían reído. Seguramente, su<br />
incredulidad se habría ahondado si hubiera añadido que esa red global no<br />
tendría filtros externos y que casi todo el mundo con acceso a Internet<br />
estaría en condiciones de «publicar» todo aquello que quisiera, ya se tratara<br />
del Área 51, del Yeti, de la verdadera autoría de las obras de William<br />
Shakespeare, de estudios minuciosos sobre la historia de Escocia, de cómo<br />
criar perros saluki o de las luchas internas del Partido Comunista de Estados<br />
Unidos. No hay «director» ni sistema formal de «revisión por pares» y la<br />
propia identidad de los escritores y editores a menudo es dudosa. Aun<br />
peor, muchos de los habitantes de este extraño y nuevo espacio difundirían<br />
obstinada y alegremente los más alocados rumores y especulaciones como<br />
si fueran hechos, sin el prudente contraste de la fuente ni la ponderación<br />
del argumento a que se supone que están obligados los investigadores.<br />
Su primera reacción a esta quimera (y la primera impresión correcta de<br />
Internet en sus inicios) habría sido que eso única y enteramente sería una<br />
fuente de información no fiable. Eso parece lo más opuesto a la ciencia<br />
mertoniana; carece de límites, de exigencia de acreditación profesional y de<br />
restricciones disciplinarias como las de revisión por pares. Y, sin embargo,<br />
la última vez que su hijo tuvo que buscar algo para la escuela, ¿recurrió a<br />
Google o a la Encyclopaedia Britannica? 7<br />
Piensen en la explicación estándar del régimen de propiedad necesario<br />
para producir un bien público como una enciclopedia u otras obras<br />
exhaustivas de referencia. Serían necesarios fuertes derechos de propiedad<br />
por, al menos, tres razones, cada una de las cuales está relacionada con la<br />
tragedia de los comunes. La primera es que sin la garantía de un futuro<br />
7<br />
Jeffrey Selingo, «When a Search Engine Isn’t Enough, Call a Librarian», The New York Times,<br />
5 de febrero de 2004, p. G1 (apunta que los bibliotecarios profesionales confían mucho en los<br />
buscadores). Admito que los datos sobre precisión comparativa son difíciles de contestar, especialmente<br />
porque los académicos aplican una serie de filtros inconscientes a la información que<br />
proporciona el buscador que no son fáciles de reproducir. Para algunos debates más antiguos,<br />
véanse Joseph Zumwalt y Robert Pasicznyuk, «The Internet and Reference Services: A Real-<br />
World Test of Internet Utility», Reference & User Services Quarterly, vol. 38, núm. 2, 1998, pp.<br />
165-172; Joseph Janes y Charles McClure, «The Web as a Reference Tool: Comparisons with<br />
Traditional Sources», Public Libraries, vol. 38, núm. 1, enero-febrero de 1999, pp. 30-39, 165-<br />
172; y Tschera Harkness Connell y Jennifer Tipple, «Testing the Accuracy of Information on the<br />
World Wide Web Using the Alta Vista Search Engine», Reference & User Services Quarterly, vol.<br />
38, núm. 4, verano de 1999, pp. 360-368.