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Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

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Prefacio | 21<br />

• redactar un informe para la Fundación Andrew W. Mellon que<br />

esbozase una nueva agenda para la investigación y el estudio de la<br />

información o de la comunicación académica como bien común;<br />

• identificar futuras acciones posibles para desarrollar esta agenda.<br />

El grupo intentó integrar perspectivas que frecuentemente están separadas<br />

dentro del ámbito de la comunicación académica, como son los derechos<br />

de propiedad intelectual; la tecnología de la información (incluyendo el<br />

hardware, el software, el código y el código abierto y la infraestructura); las<br />

bibliotecas tradicionales; las bibliotecas digitales; la invención y la creatividad;<br />

la ciencia colaborativa; la ciudadanía y los procesos democráticos; la<br />

acción colectiva; la teoría económica de la información; y la gestión, difusión<br />

y conservación del trabajo académico. Desde entonces nuestras ideas<br />

crecieron y se desarrollaron. Tuvimos la fortuna de poder incluir a dos<br />

investigadores más en el proceso, aunque también hubimos de lamentar<br />

la retirada de unos cuantos por compromisos asumidos con anterioridad.<br />

Nuestra comprensión de este bien común complejo ha evolucionado<br />

considerablamente desde aquella reunión inicial. Aunque nuestro objeto<br />

era originalmente la comunicación académica, con el tiempo entendimos,<br />

como señalaban Boyle, Lynch y otros, que equiparar los bienes comunes<br />

del conocimiento con la «comunicación académica» nos limitaba en demasía<br />

y estaba, además, demasiado ceñido al mundo académico. Se nos hizo<br />

cada vez más evidente que cualquier estudio útil de los usuarios, diseñadores,<br />

colaboradores y distribuidores de estos comunes no podía limitarse a<br />

los dominios de la torre de marfil. ¿Quién es capaz hoy de fijar los límites<br />

entre la información académica y aquella que no lo es? Por otra parte,<br />

nos resultó verdaderamente útil examinar algunos de los bienes comunes<br />

del conocimiento más antiguos y las normas institucionales relacionadas,<br />

especialmente en el contexto de un cambio tecnológico exponencial.<br />

Los participantes fueron los siguientes:<br />

• James Boyle, William Neal Reynolds Professor of Law y codirector<br />

del Center for the Study of the Public Domain, Duke Law School,<br />

Durham, Carolina del Norte.<br />

• James C. Cox, Noah Langdale Jr. Chair in Economics; Georgia<br />

Research Alliance Eminent Scholar; director del Experimental<br />

Economics Center de la Universidad de Arizona.<br />

• Charlotte Hess, directora, Workshop Research Library y Digital<br />

Library of the Commons, Universidad de Indiana, Bloomington.<br />

• Nancy Kranich, Lecturer and Special Project Librarian, Rutgers<br />

University; antigua presidenta de la American Library Association;<br />

ex Associate Dean of Libraries de la Universidad de Nueva York.

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