02.06.2016 Views

Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

228 | Los bienes comunes del conocimiento<br />

Mi objetivo de transformar el debate sobre la propiedad en una discusión<br />

sobre la propiedad intelectual, sin embargo, suscita otra pregunta conceptual:<br />

¿qué son los bienes comunes de la información? El significado de<br />

bienes comunes de la información es menos controvertido que el de propiedad<br />

intelectual y aunque podemos diferir acerca de la conveniencia de<br />

que exista una normativa que los regule, todos coincidimos en que se trata<br />

de una organización de la producción y distribución del conocimiento<br />

que asegura el libre acceso al mismo. Gran parte del debate normativo<br />

sobre la conveniencia de los bienes comunes de la información y su estructura<br />

refleja la controversia sobre cómo de abierto debería ser el acceso a<br />

ellos (Lessig, 2001: 76). Algunos opinan que «acceso abierto» es sinónimo<br />

de «libre acceso», y exigen que el conocimiento se encuentre disponible<br />

para el usuario sin coste alguno. Las consideraciones prácticas restringen<br />

la equiparación de libre acceso y ausencia de costes. Mientras que la<br />

libre información puede constituir un bien conveniente para periodistas,<br />

investigadores y consumidores que buscan comprender los productos y<br />

servicios, esta no resulta nada aconsejable para los spammers y los autores<br />

de fraudes y otras amenazas a la privacidad y la seguridad. Los límites<br />

a la libertad de acceso implicarían restricciones legales o tecnológicas<br />

que prevendrían el uso indebido de la información. Huelga decir que<br />

muchos cuestionan el alcance de estas restricciones, pero sea cual sea su<br />

forma, lo que se infiere de ellas es que acceso abierto no puede significar<br />

acceso sin límites. Aún más controvertida es la noción de que acceso<br />

abierto no puede significar acceso sin coste alguno. Los que critican el<br />

acceso abierto sostienen que la libre información, en el sentido de información<br />

distribuida a un coste cero para el usuario, no es información, ya<br />

que la falta de pago reduciría el incentivo para descubrirla y difundirla.<br />

Conforme a este punto de vista, el acceso abierto es un ejercicio abocado<br />

al fracaso, la verdadera tragedia de los comunes. Los defensores del libre<br />

acceso a la información apuntarían que los propios sistemas de mercado<br />

no son gratuitos y necesitan compararse con otras alternativas. Más aún,<br />

afirmarían que los mercados competitivos dependen en cierto grado de<br />

información abierta para sobrevivir. Por ejemplo, la información sobre el<br />

precio, la cantidad y la calidad ha de ser abierta y de libre acceso para que<br />

los mercados perfectamente competitivos funcionen adecuadamente. En<br />

los mercados que se desvían del ideal de la perfecta competencia de precios,<br />

como algunos tipos de mercados estructurados a modo de subasta,<br />

la información sobre la calidad y la cantidad de lo que se está subastando<br />

debe mantenerse accesible para los participantes, de modo que la institución<br />

del mercado sea fiable y funcione de un modo eficaz. Por lo tanto, una<br />

institución tan aparentemente basada en la propiedad como el mercado<br />

en cierto grado depende fundamentalmente del acceso abierto. Los bienes<br />

comunes de la información, frecuentemente comprometidos con el acceso

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!