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Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

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Crear bienes comunes intelectuales mediante el acceso abierto | 217<br />

Eliminación de los desincentivos a que los autores pongan sus obras en<br />

acceso abierto<br />

Cuando Franz Ingelfinger era director del New England Journal of Medicine<br />

adoptó la política de no aceptar ningún artículo que se hubiera publicado<br />

o divulgado antes en otro lugar. Cuando esta política se extendió, se conoció<br />

como la norma Ingelfinger. Parece ser que actualmente ha entrado en<br />

declive, pero es difícil de decir, porque muchas revistas no dicen explícitamente<br />

en sus páginas web si la han observado o no. Esta norma impide<br />

que los autores depositen las ediciones preliminares en archivos de acceso<br />

abierto y eso genera incertidumbre en torno a si la norma se sigue aplicando.<br />

Investigadores orgullosamente indiferentes al riesgo de que sus obras ofendieran<br />

a la Iglesia o al Estado huyeron del riesgo de que el archivado de las<br />

ediciones preliminares descalificara las obras para su publicación posterior<br />

en revistas revisadas por pares.<br />

El mejor modo de eliminar este desincentivo es abandonar o modificar<br />

la norma Ingelfinger y decirlo públicamente. Las revistas solo tienen<br />

que modificar la norma lo suficiente para permitir que los autores aprovechen<br />

las ventajas de los intercambios de las impresiones preliminares<br />

online. Pueden seguir negándose a considerar aportaciones que hayan sido<br />

publicadas formalmente en alguna otra parte. La segunda vía para que las<br />

revistas eliminen este desincentivo es hacer más claras y explícitas sus políticas<br />

en sus páginas web. Eso permitirá que los autores tomen decisiones<br />

informadas sobre los riesgos. Autores en ámbitos en que la regulación es<br />

poco común, o que carecen de planes para enviar sus obras a revistas en<br />

que todavía se aplica, tendrán la confianza para poner en acceso abierto<br />

sus ediciones preliminares. Las comisiones de selección y promoción crean<br />

un desincentivo para aportar obras a revistas de acceso abierto cuando<br />

solo premian los trabajos publicados en una determinada serie de revistas<br />

de alto impacto. El problema es que la mayoría de revistas de acceso abierto<br />

son nuevas y todavía carecen de factores de impacto 52 . Cuando una comisión<br />

convierte el factor de impacto en condición necesaria para la revisión,<br />

discrimina a las revistas nuevas, a pesar de que sean excelentes. No solo discrimina<br />

a las nuevas revistas que intentan un nuevo modelo de negocio y<br />

52<br />

Sin embargo, algunas revistas de acceso abierto son suficientemente antiguas como para tener<br />

factores de impacto. Un estudio del Thomson ISI demostró que eran comparables a los de las<br />

revistas convencionales. Véase James Testa y Marie E. McVeigh, «The Impact of Open Access<br />

Journals», Thomson ISI, 15 de abril de 2004. He aquí un extracto del estudio: «Todas estas<br />

revistas cumplen con las normas de las grandes publicaciones, son revisadas por pares de modo<br />

comparable a otras revistas de sus respectivos campos y son citadas en un nivel que indica que<br />

compiten favorablemente con revistas similares de su ámbito. La diferencia principal entre ellas y<br />

otras revistas cubiertas por el ISI es que todos sus contenidos son accesibles sin coste alguno para<br />

el usuario» (http://www.isinet.com/media/presentrep/ acropdf/impact-oa-journals.pdf).

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