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Los%20bienes%20comunes%20del%20conocimiento_Traficantes%20de%20Sue%C3%B1os

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¿Mertonismo desencadenado? | 157<br />

adoptar esto como norma por defecto. En primer lugar, las tradiciones<br />

académicas y de investigación y el propio mertonismo prescriben que el<br />

carácter abierto, tanto en los contenidos como en la estructura, debe ser<br />

nuestro punto de partida, y el alejamiento de él requiere justificación. En<br />

segundo lugar, cuando uno vacile sobre si es mejor una arquitectura abierta<br />

o cerrada, que empiece con aquella en la que sea más fácil desarrollar alternativas<br />

cuando se equivoque. Y los cambios de abierta a cerrada se dan (por<br />

definición) más a menudo cuando más partes han obtenido una información<br />

más completa que al revés.<br />

Con cerebros suficientes... ¿son interesantes todos los contenidos?<br />

Mi argumento depende, en parte, de las virtudes de una audiencia más<br />

amplia de lo esperado y de los usos fortuitos que el acceso irrestricto y<br />

los protocolos maleables de búsqueda puedan permitir. ¿Es realista ese<br />

supuesto? Los programadores de software libre nos dicen que, con ojos<br />

suficientes, todos los errores (bugs) son superficiales 15 . Con cerebros suficientes,<br />

¿son interesantes todos los contenidos? ¿Existe una audiencia presta<br />

para las obras académicas y los materiales culturales y científicos en que se<br />

basa? No siempre, huelga decirlo. Pero eso, más que socavar, robustece<br />

mi argumento. La cuestión es que no podemos predecir de modo fiable<br />

cuándo se da una audiencia amplia apta para las obras de investigación o<br />

para el material archivístico y, aun menos, dónde y cuándo los no investigadores<br />

puede contribuir de modo útil al sector. Y eso demuestra otra vez<br />

que la apertura al público, y no sólo a la audiencia investigadora, debería<br />

ser un principio general de diseño. Consideremos el mundo de la investigación<br />

médica. Ese parece el ejemplo paradigmático de material esotérico<br />

en el que las personas legas tienen poco interés y menor conocimiento.<br />

Internet ha supuesto una explosión espectacular en lo tocante al acceso de<br />

las personas no especializadas a la bibliografía académica sobre sus enfermedades<br />

o las de sus familiares para facilitar las preguntas a los médicos,<br />

consultar los resultados de nuevos estudios y cosas por el estilo. En realidad,<br />

los National Institutes of Health han rediseñado la base de datos<br />

sobre bibliografía médica Medline para hacerla más accesible a la población<br />

lega 16 . Huelga decir que eso, a veces, implica que personas carentes de<br />

15<br />

Véase Eric S. Raymond, The Cathedral and the Bazaar: Musings on Linux and Open Source by an<br />

Accidental Revolutionary, Cambridge (MA), O’Reilly 1999. Los «errores» (bugs) son problemas con el<br />

software. Lo que Raymond está diciendo es que con suficiente gente que revise el código, tal y como<br />

permiten las fuentes abiertas, todos los problemas serán «superficiales», esto es, fáciles de resolver.<br />

16<br />

Véase Elana Varon, «Medline Plus: Online Medical Info for Ordinary People», http://edition.<br />

cnn.com/TECH/computing/9901/18/medline.idg/. «Aunque la National Library of Medicine<br />

siempre ha proporcionado información al público, sus recursos, incluyendo las bases de datos<br />

online, los diseñaban profesionales de la medicina. Ahora la agencia ha creado una página web,

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