de Investigadores em leitura - Universidade do Minho

lector es y se siente responsable de la atribución de significados y de la formulación de
interpretaciones.
Estimular la formulación de las expectativas de anticipación, iniciales y genéricas,
resulta un procedimiento de motivación, que a su vez se desarrolla a través de distintas
estrategias. Entre ellas, el reconocimiento de distintos tipos de referentes –temáticos,
discursivos, literarios, intertextuales - generan una incipiente interacción con las posibles
aportaciones del lector - desde su competencia lecto-literaria, sus experiencias lectoras y su
intertexto lector.
El libro envuelve y contiene el texto - el cual será el mismo en una edición de lujo
que en una edición de bolsillo - y sus paratextos ayudan a centrar la presentación y el
encuentro entre un texto y un lector. En realidad, la formulación de la expectativa inicial y los
mismos paratextos son hechos externos al texto; pero que pueden ser decisivos para llegar
a su lectura –por lo menos el inicio de la lectura. La expectativa global inicial sería la primera
respuesta-reacción de un potencial lector ante lo que (presumiblemente) le ofrece una obra.
Lo que sucederá después (lectura atenta, desinteresada, desmotivada o simplemente
abandono del libro), es ya cuestión específica del interés que suscite el texto en su lector
concreto. El proceso de lectura se pone en marcha: iniciada la lectura del texto, desde los
primeros párrafos se vuelve a la actividad cognitiva de formular expectativas, ahora ya
centradas en lo que específicamente ofrece, sugiere o indica el texto; y las posibilidades de
interacción (lúdica, estética, cognitiva, etc.) se irán desarrollando, consolidando o frustrando,
según se correspondan mutuamente entre los intereses del lector y la adecuación o
accesibilidad del texto.
Si la obra ha ido a parar a manos de alguno de sus (potenciales) lectores implícitos,
podrá desarrollar todo su potencial, satisfaciendo a su lector; si el lector mantiene su
motivación y su interés ante cada nueva página leída, consumará su lectura
satisfactoriamente. En caso contrario, como suele sucede en todo acto de interacción
comunicativa humana, la obra, el libro será abandonado ni haber concluido la lectura por
falta de interés o por falta de correspondencia entre las expectativas de uno y los contenidos
del texto.
Considerando las distintas fases del proceso lector, los paratextos tienen especial
incidencia en el nivel de la “anticipación” con su correspondiente expectativa inicial, que
puede marcar la pauta de lectura. Según se señala en el siguiente esquema, los paratextos
tendrán especial incidencia en la fase de anticipación.
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