de Investigadores em leitura - Universidade do Minho

un libro - y por supuesto de una obra - que hace un extraordinario uso de los partextos, de
modo que con su presencia no sólo se cumplen sus funciones básicas, sino que, además,
están hábil e inteligentemente utilizados para instruir al lector en varias facetas: el
conocimiento de los componentes del libro, algunos de los componentes del discurso
narrativo (diferenciación entre autor, narrador, ilustrador), posibilidades de organizar la
estructura de un libro, esquema convencional de la narración, funciones del narrador, la
complementación de la ilustración, etc.
Como bien señala sobre este álbum M. Mar Ruiz (2008: 30), dentro de la tendencia
metaficcional, “el libro es un artefacto que cobra protagonismo en diferentes momentos de
los relatos”, precisamente a causa de la peculiar y novedosa utilización de los recursos
paratextuales que combinan sus autores. Y señala M. M. Ruiz: “La utilización de los
paratextos (guardas, contraportada, páginas interiores y últimas) en este álbum como
escenarios narrativos es un recurso metaficcional que rompe las fronteras entre texto y
paratexto.” (pp. 30-31).
Al observar la cubierta y contracubierta ya se aprecian estas peculiares funciones. Si
la cubierta remite a los posibles cuentos que contiene el libro, la contracubierta, espacio
habitualmente reservado para señalar las cualidades y virtudes del libro o de sus autores,
aparece un mensaje que parece más bien todo lo contrario “¿quién va a comprar este
libro…? Más de cincuenta páginas llenas de tonterías…”--. Evidentemente, llama la atención
por lo inesperado –como la referencia al ISBN (buena oportunidad para saber qué es)-sobre
su contenido. Se trata de un espacio paratextual que juega con el lector, a través de
un (posible) personaje del libro, que habla sobre el libro… Podría ser un primer indicio del
tono y orientación de la obra en general. ¿Qué piensa el niño lector, qué le sugiere? ¿Cuál
es su reacción?
Figura 12 Figura 13
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