de Investigadores em leitura - Universidade do Minho

- Oye, gallina, olvídate del trigo, que ya viene la portada.
Mientras que la gallina diferencia entre contar, dibujar y escribir, como componentes
necesarios para que su historia se haga realidad y se concrete como texto en el libro:
- Pero ¿quién me ayudará a contar mi cuento? ¿Quién me ayudará a dibujar el
grano de trigo? ¿Quién me ayudará a escribir “trigo”?
Las derivaciones que el adulto puede desarrollar a partir de este paratexto son
interesantes para introducir al niño en el mundo del libro y en las peculiaridades del texto
literario.
Pero siguen apareciendo particulares paratextos: la página correspondiente a la
“portada” también tiene su peculiaridad. Así se indica Portada (de El Apestoso Hombre
Queso y otros cuentos maravillosamente estúpidos), efectivamente estamos en la portada
de un libro que lleva ese título; aquí sobra el comentario, pero para los pequeños será una
estupenda ocasión de conocer algo más sobre el libro.
Figura 16 Figura 17
Tampoco falta el espacio de la dedicatoria, que en este caso será personalizada…,
aunque por un nuevo juego tipográfico - que después tendrá consecuencias -, está escrita
bocabajo.
Y sigue la introducción, que firma el propio narrador, contiene explicaciones y
justificaciones sobre el tipo de obra que se presenta, de modo que, siguiendo una estrategia
metaficcional y postmoderna, se jugará con la alusión a los rasgos de este tipo de
reescritura que altera el carácter y el tono de las versiones canónicas; de ahí que sean
20