John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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haber ayudado, aparentemente inconsciente de que la legitimación de los dispositivos de control de natalidad<br />
en los Estados Unidos era simplemente uno de los muchos logros reivindicados por Chautauqua.<br />
Otras observaciones que hizo el periodista eran más relevantes acerca de por qué necesitamos ser escépticos<br />
sobre si algún tipo de escolarización --y la de Chautauqua era la mejor que el ingenio humano podía ofrecer-<br />
- es suficiente para hacer buena gente o buenos lugares:<br />
La zona tiene las dificultades y problemas de cualquier sitio. Sus niños están solos en una muchedumbre,<br />
mal entendidos, alejados de la comprensión y buscando afecto, como dice la canción, en todos los sitios<br />
equivocados [...] Familias antes intactas, vecindarios fuertemente entretejidos y madres que estaban en casa<br />
imponían las normas de la comunidad. Ahora el mundo es el centro comercial, las madres trabajan, y la<br />
comunidad existe en la televisión diaria y foros de chat online.<br />
Capítulo 6 El señuelo de la utopía<br />
Cada mañana cuando recogías tu periódico encontrabas algo sobre un nuevo plan para salvar el<br />
mundo [...] pronto todos los fanáticos, todos los reformadores radicales, todos los trascendentalistas<br />
de Boston se reunían en la capilla de Chardon Street y se arengaban unos a otros durante tres días<br />
mortales. Hablaban de no resistencia y de reforma <strong>del</strong> Sabbath, de la Iglesia y <strong>del</strong> Sacerdocio, y no<br />
llegaban a ninguna conclusión. «Era la colección más singular de extraños ejemplares de<br />
humanidad que jamás se reunió», escribió Edmund Quincy, y Emerson fue aún más específico: «Los<br />
locos, las locas, los barbudos, los remojantes, muggletonianos, reformadores radicales, gruñones,<br />
agrarios, baptistas <strong>del</strong> Séptimo Día, cuáqueros, abolicionistas, calvinistas, unitarios y filósofos,<br />
todos ellos subieron sucesivamente a lo más alto y tuvieron su momento, si no su hora, en que<br />
reprender, o rezar, o predicar, o protestar [...]». Había algo artificial en los debates de Chardon<br />
Street, había una atmósfera de invernadero en la capilla. Había demasiados necios sufriendo<br />
alegremente, había demasiada charla, demasiada muestra de erudición e ingenio y había, a pesar de<br />
toda la charla de tolerancia, un espíritu no cristiano.<br />
HENRY STEELE COMMAGER, Theodore Parker<br />
1 Creemos muy fervientemente<br />
LOS lamentos de los verdaderos creyentes se encuentran por todas partes en la historia de la escolarización,<br />
sonando confusos como gaviotas en un vertedero de basura.<br />
Debbie Reeves, directora de la rica Escuela Primaria Barnwell en un suburbio de Atlanta, fue citada<br />
recientemente por el periódico USA Today como autora de este asombroso testimonio de verdadera fe: «No<br />
estoy segura de que algún día se llegue a tener tecnología suficiente. Sencillamente creemos muy<br />
fervientemente en ella.»<br />
Por esa excitación jadeante quiere tener uno los ojos abiertos, por esa exagerada creencia en la<br />
perfectibilidad humana que Tocqueville observó en los norteamericanos hace 170 años. El mismo artículo<br />
periodístico habla de la Escuela Primaria San Juan en el mismo corazón de Silicon Valley. Allí, ordenadores<br />
obsoletos están ociosos en pulcras filas al fondo de un espacioso centro multimedia, donde años atrás una<br />
muy publicitada «aula abierta» con una área común a nivel inferior atrajo similar entusiasmo. A la escuela le<br />
faltan recursos para las frecuentes actualizaciones que hacen falta para disponer de equipamiento de última<br />
hornada. Un empleado <strong>del</strong> distrito dijo: «Una tecnología agonizante sobre otra tecnología agonizante<br />
anterior, una especie de capas de una excavación arqueológica».<br />
Norteamérica siempre ha sido un país que simpatiza con el pensamiento utópico. El Pacto <strong>del</strong> Mayflower es<br />
testimonio de ello. Aunque sus firmantes estaban atrapados en la historia, eran también ahistóricos, capaces