John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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elativismo moral. Esta cena y sus implicaciones establecieron la norma para el management <strong>del</strong> siglo XX,<br />
incluyendo el management de la escolarización. Una clara apreciación <strong>del</strong> fatídico convite se encuentra en<br />
The Protestant Establishment, de E. Digby Baltzell, una visión cultivada <strong>del</strong> resurgimiento de la perspectiva<br />
anglicana en Norteamérica.<br />
Esta actitud constituía un contradicción violenta con la doctrina alemana de Estado fuerte, Estado como<br />
primer padre, que sostenía que los intereses <strong>del</strong> individuo como individuo no tienen significado. Pero la<br />
derogación de los derechos individuales era enteramente consistente con la ciencia darwiniana. La<br />
preferencia autoritaria alemana recibió un vigorizante reconstituyente con la llegada de Darwin. Se sostenía<br />
que la selección natural, el principio operativo <strong>del</strong> darwinismo, alcanzaba a los individuos sólo<br />
indirectamente, a través de la acción de la sociedad. De ahí que la sociedad se convierta en sujeto natural<br />
para la regulación e intervención por el Estado.<br />
Para ilustrar qué tambor más resonante puede ser en realidad la aparentemente inocente locución selección<br />
natural trasladada a la práctica social, intente imaginar cómo la negación de las dignidades y derechos de<br />
los negros, y la correspondiente degradación de las relaciones de las familias negras en Norteamérica a<br />
causa de esta negación, bien podría ser considerada una ruta evolutivamente positiva, en términos<br />
darwinianos. Al desanimar la reproducción de los negros, finalmente los números de esta muy desfavorecida<br />
raza disminuirían. El Estado no sólo tenía un interés personal en convertirse en agente activo de la<br />
evolución: no tenía más remedio que transformarse en eso, quisiera o no. Los fabianos se propusieron<br />
escribir una agenda evolutiva razonable cuando entraron en la arena política. Una vez se reconoce esta<br />
conexión biopolítica, el pasado, presente y futuro de este aparentemente torpe movimiento adquiere una<br />
formidable coherencia. Bajo el alocamiento, encanto, inteligencia, alta posición social y genuina bondad de<br />
algunos de sus trabajos, el <strong>sistema</strong> mantenido como humanitario por los fabianos es grotescamente<br />
engañoso: en realidad, la compasión fabiana enmascara un real distanciamiento de la humanidad. Es<br />
puramente un proyecto intelectual de management científico.<br />
Vista a través de este cristal, History of Education de Thomas Davidson se transmuta ante nuestros ojos de<br />
la aparente inofensiva y vaga excursión al futurismo romántico en un manual de objetivos estratégicos y<br />
métodos tácticos espantosos. Los fabianos aparecieron en los primeros años <strong>del</strong> siglo XX como grandes<br />
campeones de la eficiencia social en nombre <strong>del</strong> destino evolutivo de la raza. Esto infundió una poderosa<br />
teología secular en el movimiento, que permitía a sus miembros <strong>del</strong>eitarse privadamente en un destino<br />
ennoblecedor. El programa fabiano se extendió rápidamente a través de los mejores colleges y universidades<br />
bajo muchos nombres diferentes, multiplicando su número de miembros entre jóvenes hombres y mujeres<br />
felizmente inconscientes de su iniciación. Sólo estaban siendo modernos. H. G. Wells lo llamó la<br />
conspiración abierta en un ensayo que llevaba el mismo título, y que vale la pena que dedique su tiempo a<br />
localizar.<br />
A medida que el movimiento se desarrollaba, los fabianos se convirtieron en amigos aristocráticos de otras<br />
vanguardias de eficiencia social, como el taylorismo, o aliados <strong>del</strong> grupo de evangelio social metodista de<br />
creyentes cristianos liberales, ocupados en sustituir la fe por las obras en una de las más notables inversiones<br />
religiosas de todos los tiempos. Sobre todo, se convirtieron en amigos y consejeros de industriales y<br />
financieros, que viajaban en la misma dirección. Esta fertilización cruzada ocurrió de forma natural, no por<br />
mezquinos motivos de beneficio, ¡sino porque para los criterios fabianos la evolución había progresado más<br />
entre las clases dedicadas a los negocios internacionales y a la banca!<br />
Esta alta burguesía feliz era impresionantemente efectiva en cualquier cosa a que dirigiera sus manos porque<br />
comprendía los principios de la influencia social. Escribe Kitty Muggeridge:<br />
Si se quiere señalar el momento en el tiempo en que se puso el primer fundamento <strong>del</strong> Estado <strong>del</strong> Bienestar,<br />
una fecha razonable para elegir sería la última quincena de noviembre de 1905, cuando Beatrice Webb fue<br />
designada por la Comisión Real para la Ley de los Pobres y convenció a su protegido, Albert Beveridge, de<br />
que entrara en un comité para tratar <strong>del</strong> empleo.