John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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El problema con la visión de Galileo es que es una verdad parcial. Es cierta acerca de las relaciones de la<br />
materia muerta; es falsa acerca de la geografía <strong>del</strong> espíritu. Las escuelas sólo pueden enseñar la victoria de<br />
Galileo sobre la Iglesia; no pueden permitirse dar refugio a niños que ejercen poder personal. Así hay que<br />
renunciar a la sutileza <strong>del</strong> análisis que usted y yo acabamos de recorrer sobre el modo en que la religión<br />
confiere poder. La corrección de Galileo es sólo una minúscula parte de la educación real. Su ceguera es<br />
mucho más destacable. El objetivo de la educación real es llevarnos a un lugar donde asumamos total<br />
responsabilidad sobre nuestras vidas. En esa búsqueda, Galileo es sólo un hecho más de limitada<br />
consecuencia humana.<br />
La antigua cuestión religiosa <strong>del</strong> libre albedrío marca la diferencia real entre escolarización y educación. La<br />
educación se concibe en la historia occidental como vía para conocerse uno mismo, y mediante ese<br />
conocimiento, llegar a una mayor comprensión de la comunidad, relaciones, peligro, naturaleza viva y<br />
materia inanimada. Pero ninguna de esas cosas tiene significado particular hasta que se ve adónde llevan, a<br />
tener por fin completo control <strong>del</strong> espectacular don <strong>del</strong> libre albedrío: una fuerza cuya comprensión esta<br />
completamente más allá <strong>del</strong> poder de la ciencia.<br />
Con la herramienta de la voluntad, cualquiera puede construirse un propósito personal. La libre voluntad<br />
permite que se escriban cantidades infinitas de historias humanas en que el principal personaje es un yo<br />
personal. Las ciencias, por otro lado, duras o suaves, asumen que el propósito y el libre albedrío son<br />
tonterías: dados suficientes datos, todo podrá ser visto como explicable, predeterminado y predecible.<br />
La escolarización es un instrumento para diseminar esta sombría y estéril visión de un universo sin<br />
oportunidades. Cuando la escolarización desplazó a la educación en los Estados Unidos hace casi un siglo,<br />
un mundo determinista pudo ser impuesto mediante disciplina. Ponemos a los niños en una trampa<br />
simplemente al ignorar la conciencia humana universal de que existe algo terriblemente importante más allá<br />
de lo racional. Hacemos que los niños desconfíen de ellos mismos tan severamente que llegan a depender de<br />
análisis coste-beneficio para todo. Les enseñamos a desdeñar la fe tan exhaustivamente que comprar cosas y<br />
sentirse bien se convierte en el tema central de sus vidas.<br />
El imperio soviético hizo esto brillantemente durante un poco más de setenta años. Su capacidad de<br />
vigilancia era total. Mantenía expedientes de cada unidad humana, registraba cada desviación y asignaba un<br />
valor matemático para que los ciudadanos pudieran ser ordenados unos respecto a otros. ¿Le suena eso<br />
familiar? Escolarizaba a cada niño de un modo prescrito por los mejores expertos psicológicos. Controlaba<br />
estrictamente las recompensas <strong>del</strong> trabajo para asegurar la conformidad y desarrolló un <strong>sistema</strong> de castigos<br />
insólito en su exhaustividad.<br />
La Unión Soviética duró lo que una vida. Nuestra forma más suave de asfixia espiritual ya ha existido lo que<br />
dos. El espíritu abandonado de Occidente, abandonado por la institución de la escolarización obligatoria<br />
como política <strong>del</strong>iberada, reside en su colección histórica de doctrinas espirituales que otorgan dignidad y<br />
responsabilidad a los individuos ordinarios, no a las élites.<br />
Tengo el mayor respeto por cualquier otra tradición religiosa <strong>del</strong> mundo, pero ninguna de ellas jamás ha<br />
hecho esto ni ha intentado hacerlo. La religión occidental identificó correctamente los problemas de los que<br />
nadie puede escapar, problemas para los que no hay soluciones materiales, problemas que no se pueden<br />
eludir con dinero, intelecto, encanto, política o contactos poderosos. También dijo que esos problemas eran,<br />
paradójicamente, fundamentales para la felicidad humana. ¿Problemas serios necesarios para nuestra<br />
felicidad? Eso es una fatalidad perversa, sé que estará de acuerdo. La cuestión es qué hacer con ello.<br />
10 La ilusión <strong>del</strong> castigo<br />
Lo que dice la espiritualidad occidental es paradójico: antes que evitar esos apuros, nos pide que los<br />
aceptemos. Enseñaba la respuesta no intuitiva de que la aceptación voluntaria de esas cargas era el único<br />
camino para una existencia buena y completa, el único camino a la paz interior. Inclinando tu cabeza en<br />
señal de obediencia, será después elevada fuerte, valiente, indómita y sabia. Ahora déjeme revisar la lista de<br />
castigos desde este punto de vista.