John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Las sociedades hereditarias funcionaban de una forma diferente: mediante cauces educativos, conferencias,<br />
reuniones y literatura difunden un código de actitudes dirigidas a la parte superior de la sociedad. Las<br />
principales iglesias protestantes fueron las siguientes en subirse al vagón de la americanización, y el<br />
programa de «misiones domésticas» se convirtió en el principal punto de encuentro para los niños<br />
extranjeros adoptables. Hacia 1907 el YMCA se dedicaba intensamente a este trabajo, pero la aún<br />
embrionaria empresa de igualar a las masas carecía de liderazgo y dirección.<br />
Tal liderazgo sería proporcionado finalmente por Frances Kellor, una muckraker y una tremenda fuerza en<br />
pro de la conformidad en la escolarización pública. Kellor, el genio oficial que presidía el movimiento de<br />
americanización, venía de un distrito inverosímil, aunque retrospectivamente completamente natural. Era<br />
hija de una lavandera, adoptada informalmente y sacada de la pobreza por dos solteras locales, que<br />
finalmente la enviaron a Cornell, donde se licenció en leyes gracias a su generosidad. Tras un giro hacia la<br />
sociología en la Universidad de Chicago, Kellor llegó a dominar las lecciones gemelas de Harper de<br />
especialización y consolidación y se dispuso audazmente a reformar las familias inmigrantes de<br />
Norteamérica.<br />
Su primer libro de muckraking, Out of Work, fue publicado en 1904. Los dos años siguientes hizo borradores<br />
de legislación de medidas correctivas y se ganó sus galones haciendo presión política. En 1906 era<br />
escuchada personalmente por Teddy Roosevelt. Seis años después era jefa <strong>del</strong> departamento de publicidad y<br />
<strong>del</strong> brazo de investigación <strong>del</strong> Partido Progresista. Kellor, bajo la inspiración de William Rainey Harper, se<br />
convirtió en una abogada de la eficiencia industrial. Despreciaba el derroche y el desorden, instaba a que la<br />
«oportunidad» se racionalizara y se pusiera bajo control, la primera insinuación de la legislación sobre<br />
escuela para el trabajo que seguiría en las últimas décadas <strong>del</strong> siglo. El trabajo y las licencias deberían ser<br />
usados como incentivos para construir la unidad nacional. La disciplina era el billete, y para la disciplina se<br />
necesitaban tanto zanahorias como palos.<br />
Charles Evans Hughes, entonces gobernador, convirtió a Kellor en la primera mujer que estuvo al frente de<br />
una agencia estatal, al nombrarla directora de la Oficina de Industrias e Inmigración en Nueva York. En<br />
1909, apoyada por destacados aliados, organizó una rama en Nueva York de la Liga Cívica Norteamericana,<br />
una organización que englobaba una lista de empresas, con sede en Boston, que pretendía proteger el statu<br />
quo nacional de varias amenazas exteriores. Bajo su dirección, la rama de Nueva York desarrolló su propio<br />
programa. No está claro qué parte <strong>del</strong> programa de Boston siguieron --principalmente suponía enviar<br />
agentes a las comunidades inmigrantes para actuar como espías industriales y dirigir movimientos<br />
antihuelga--, pero en cualquier caso, en 1914 el grupo de Kellor estaba escribiendo su propio menú.<br />
Comenzó pidiendo acción federal centralizada: la americanización estaba fracasando «sin un objetivo<br />
nacional». Su nuevo Comité para los Inmigrantes de Norteamérica a partir de entonces se proclamó como el<br />
mecanismo central de información para unificar todas las agencias públicas y privadas en una punta de lanza<br />
nacional para «convertir a toda esta gente en una nación». Cuando el gobierno fracasó en aportar dinero para<br />
una oficina, los propios patrocinadores de la señorita Kellor --que incluían a la señorita Averill Harriman y a<br />
Felix Warburg, el banquero de Rothschild-- hicieron exactamente eso, ¡y esta entidad privada fue<br />
debidamente incorporada al gobierno de los Estados Unidos! La División de Educación de los Inmigrantes,<br />
aunque oficialmente federal, era de hecho la creación subsidiada por el lobby privado de Frances Kellor. La<br />
educación de los inmigrantes significaba educación en escuela pública, porque fue a la escolarización<br />
obligatoria a donde se enviaron a estos niños, y los niños inmigrantes, en una inversión de los papeles<br />
tradicionales, se convirtieron en maestros de sus padres inmigrantes, arruinando a sí a sus familias al<br />
banalizarlas.<br />
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, la americanización fue asumida como la gran cruzada popular<br />
nacional. Un impulso en favor de la conformidad nacional se situó espectacularmente en el primer plano de<br />
la agenda pública. Kellor y sus colegas reclutaron rápidamente cooperación de alcaldes, autoridades<br />
escolares, iglesias y grupos cívicos; prepararon datos para conferenciantes; distribuyeron órdenes <strong>del</strong> día y<br />
programas sugeridos, insignias y posters; y dieron conferencias en escuelas. Cuando llegó el 4 de julio de<br />
1915, 107 ciudades lo celebraron como el «Día de la americanización», y el país estaba lleno <strong>del</strong> eco <strong>del</strong><br />
eslogan <strong>del</strong> comité: «Muchos pueblos, pero una nación».