John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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alborotos se extendieron a otras escuelas <strong>del</strong> plan Gary, incluyendo escuelas secundarias donde alumnos<br />
voluntarios estuvieron dispuestos a unirse a los padres en los piquetes.<br />
En un lugar marcharon cinco mil niños. Durante diez días continuó el problema, estallando primero en un<br />
lugar y luego en otro. Miles de madres se manifestaron frente a las escuelas en Yorkville, un sector de<br />
inmigración alemana, y en Harlem Este, quejándose airadamente de que sus hijos habían sido puestos a<br />
«media ración» de educación. Querían decir que el ejercicio mental había sido suprimido como eje principal.<br />
Los disturbios se propagaron a Williamsburg y Brownsville en el distrito de Brooklyn. Las escuelas fueron<br />
apedreadas, los neumáticos de los coches de policía acuchillados por los manifestantes. Las escuelas <strong>del</strong><br />
lado este inferior y <strong>del</strong> Bronx también denunciaron problemas.<br />
El aspecto más notable de estos disturbios fue su origen en lo que hoy sería la parte inferior de la curva de<br />
campana de las masas... ¡y se estaban quejando de que la escuela era demasiado fácil! ¿Qué podría haber<br />
poseído a los inmigrantes recientemente llegados para que desafiaran a sus superiores? Fuera lo que fuera,<br />
envenenó la prometedora carrera política <strong>del</strong> titular de la alcaldía, <strong>John</strong> Purroy Mitchel, un joven progresista<br />
bien conectado y aristocrático que había sido mencionado seriamente como presidenciable. Aunque Teddy<br />
Roosevelt hizo campaña personalmente por él, Mitchel perdió por un margen de dos a uno cuando llegó el<br />
día de las elecciones, poco después de que acabaran los disturbios, y su caída fue ampliamente atribuida a<br />
los desórdenes. En total, fueron arrestados trescientos estudiantes, casi todos judíos. Identifico su origen<br />
étnico porque hoy no se espera normalmente que los chicos judíos sean arrestados en masa.<br />
Para entender lo que estaba sucediendo hace falta conocer una entidad autodenominada Public Education<br />
Association (PEA). Si penetramos en su velo asociativo, encontramos que está compuesta de banqueros,<br />
damas de sociedad, abogados de grandes empresas y, en general, gente con fortunas privadas o acceso a<br />
fortunas privadas. La PEA anunció en 1911 una necesidad urgente de transformar las escuelas públicas en<br />
agencias de bienestar infantil (cursiva añadida). Poco después, Mitchel, miembro de la PEA, fue elegido<br />
alcalde de Nueva York. El superintendente Wirt, de Gary, fue contactado puntualmente y se le ofreció la<br />
superintendencia de Nueva York. Aceptó, y las primeras escuelas Gary abrieron en Nueva York en marzo de<br />
1915.<br />
Tenga en cuenta que no hubo debate público, ningún aviso de este paso radical. Sólo setenta y cinco días<br />
después de comenzar el ensayo de Gary, el brazo financiero <strong>del</strong> ayuntamiento de Nueva York lo declaró un<br />
éxito total, autorizando la conversión de doce escuelas más (el ensayo original había tenido lugar sólo en<br />
dos). Esto se hizo en junio, al final <strong>del</strong> año escolar, cuando la atención pública era notoriamente baja. Luego,<br />
en septiembre de 1915, tras cien días netos de prueba, el interventor Prendergast emitió un informe formal<br />
¡que recomendaba la extensión <strong>del</strong> plan Gary a todas las escuelas de la ciudad de Nueva York! Además<br />
recomendaba alargar la jornada y el año escolar.<br />
Exactamente al mismo tiempo que esta asombrosa sorpresa se estaba preparando para los niños de la ciudad<br />
de Nueva York en 1915, una serie de artículos sumamente laudatorios brotó como setas en toda la prensa<br />
periódica que aclamaba al plan Gary como la respuesta a las plegarias escolares de nuestra nación. Un<br />
fragmento característico decía: «La escuela debe llenar el vacío <strong>del</strong> hogar, la escuela debe ser la vida<br />
misma tal como una vez la vieja familia era la vida misma» (cursiva añadida). Como las columnas de<br />
Panzer de Rommel, los verdaderos creyentes iban avanzando. Al mismo tiempo que los agentes de la prensa<br />
la estaban manipulando hábilmente, agentes de la Fundación Rockefeller, un cuerpo que apoyaba el plan<br />
Gary de todo corazón, fueron designados discretamente miembros de la Junta de Educación de la ciudad de<br />
Nueva York, cortesía <strong>del</strong> alcalde Mitchel.<br />
Inmediatamente tras la aparición <strong>del</strong> informe de Prendergast que exigía la total garyzación de la<br />
escolarización pública, un libro escrito por un destacado joven protegido de <strong>John</strong> Dewey dirigió la atención<br />
de la nación hacia el milagro de Gary, «donde los niños aprendían a jugar y prepararse para oficios tanto<br />
como a estudiar abstracciones». Titulado The Gary Schools, su autor, Randolph Bourne, estaba entre los más<br />
queridos columnistas para The New Republic en los días en que esa revista, producto <strong>del</strong> patrocinio personal<br />
<strong>del</strong> banquero Willard Straight, de J. P. Morgan, tomaba parte de su instrucción editorial directamente de las<br />
mesas de poder en Norteamérica.