John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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eposando en su sótano continúa pudriéndose: todo carbón produce gas de los pantanos o metano de forma<br />
continua. Esta es la razón por la que las minas de carbón explotan, una pista que remite a secretos aún más<br />
explosivos encerrados dentro de su negrura brillante.<br />
Cuando por desgracia el metano se mezcla con un 5 por ciento de oxígeno crea una mezcla muy explosiva<br />
que los mineros llaman grisú. Cualquier niño inteligente de ocho años podría crear este explosivo con unos<br />
cinco minutos de entrenamiento, una buena razón <strong>del</strong> por qué el desarrollo en masa <strong>del</strong> intelecto tras la Era<br />
<strong>del</strong> Carbón se hizo más problemático de lo que podría parecer superficialmente. Aunque tal posibilidad<br />
nunca fue causa esencial de la prisa por la escuela, eso y otros aspectos similares fueron detalles de<br />
importancia en el paisaje <strong>del</strong> cuadro.<br />
En los primeros años <strong>del</strong> siglo XVIII, enormes problemas técnicos plagaron el desarrollo <strong>del</strong> carbón. Una<br />
vez que la explotación a cielo abierto dio paso a la minería subterránea y los pozos llegaron por debajo <strong>del</strong><br />
nivel freático, la filtración de agua se convirtió en una pesadilla. Y como los trabajos subterráneos se<br />
extendieron cada vez más lejos <strong>del</strong> pozo, el problema de arrastrar el carbón de donde era extraído hasta el<br />
pozo, y desde el pozo subirlo a la superficie --distancias entre quinientos y mil pies en algunos sitios--<br />
planteaba enormes retos tecnológicos. Se podían encontrar acumulaciones de gas de los pantanos en<br />
cualquier momento, que resultaban en la súbita desaparición de los mineros y todo su costoso equipamiento.<br />
Resolver esos problemas llevó dos siglos, pero ese esfuerzo resultó en la invención de la máquina de vapor y<br />
<strong>del</strong> ferrocarril como soluciones directas a los dilemas <strong>del</strong> drenaje y arrastre bajo tierra. Una bomba sencilla,<br />
«la amiga <strong>del</strong> minero» patentada por Savery en 1699, se convirtió en la bomba de vapor de Newcomen<br />
impulsada por agua calentada con fuego de carbón, que movía un dispositivo de pistón que drenó las minas<br />
de carbón británicas durante el siglo siguiente. Dice Priscilla Long que «el movimiento arriba y abajo de este<br />
pistón , transferido a las partes móviles de las máquinas y especialmente a las ruedas de los trenes» cambió<br />
toda la sociedad. La bomba de Newcomen utilizaba tanto carbón que sólo se podía usar cerca de las minas<br />
de carbón, pero la máquina de James Watt, que apareció en el preciso momento en que el Congreso<br />
Continental se reunió en 1776, era superior en todos los aspectos: eficiente y capaz de proporcionar una<br />
fuente de energía en cualquier sitio.<br />
Las industrias se podían ahora situar lejos de las explotaciones mineras, porque la industria <strong>del</strong> carbón había<br />
inventado el ferrocarril como forma de resolver su otro problema subterráneo, mover el carbón desde el<br />
lugar de extracción a la superficie. A mediados <strong>del</strong> siglo XVII, el problema <strong>del</strong> arrastre se había resuelto<br />
parcialmente al poner tablones de madera a lo largo de los túneles como dos vías paralelas sobre las que se<br />
podían arrastrar los vagones. Pronto se comprendió que estas vías tenían también un uso en la superficie,<br />
como medio de transporte desde la mina al mar y vías fluviales. Un siglo después, justo tras el momento en<br />
que las antiguas colonias británicas en América <strong>del</strong> Norte se convirtieron en los Estados Unidos, un<br />
empresario <strong>del</strong> carbón ligó la máquina de vapor de Watt a la tarea de transportar el carbón desde la veta, y<br />
otros hombres asociados con grandes explotaciones mineras produjeron el primer ferrocarril con el propósito<br />
expreso de llevar carbón.<br />
No tendría que pasar mucho tiempo antes de que otros usos se propusieran por sí solos. El transporte de<br />
pasajeros siguió casi inmediatamente: el primer <strong>sistema</strong> de transporte fiable <strong>del</strong> mundo. Una vez desatada<br />
una idea tan poderosa, la mundialmente fructífera comunidad de ingeniería británica hizo su agosto<br />
ampliándola. En 1838, el primer barco de vapor había cruzado el Atlántico. Poco después el viaje<br />
transatlántico estaba en la agenda, igual que las aulas en las escuelas-factoría.<br />
La abundancia de madera en los Estados Unidos frenó el desarrollo de ferrocarriles eficientes por un tiempo,<br />
ya que, después de todo, la madera era gratis. Pero a medida que los trenes mejoraron a velocidad<br />
deslumbrante, la economía que ofrecía la madera se vio como una falsificación: la madera tiene sólo la<br />
mitad de la energía <strong>del</strong> carbón. En 1836 el carbón había desplazado a la madera de los primeros<br />
ferrocarriles. El crecimiento explosivo llegó inmediatamente. La red creció de 1100 millas de 1836, a 2800<br />
millas de 1841, a 5600 millas en 1845, a 11.000 millas en 1850, a 22.000 millas en 1855, a 44.000 en 1860,<br />
en la antesala de la Guerra Civil.