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John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

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Parte importante <strong>del</strong> virulento y sostenido ataque lanzado contra la vida familiar en los Estados Unidos, que<br />

comenzó hace 150 años, surgió <strong>del</strong> impulso de escapar de la realidad carnal. Lo curioso es que la<br />

abrumadora mayoría de destacados reformadores sociales desde Platón no ha tenido hijos, normalmente<br />

hombres sin hijos, una ilustración espectacular de la disciplina de escape empleada en un retablo viviente.<br />

4 Produciendo necesidades artificiales<br />

Hacia 1840, un grupo autodenominado Comité Escolar de Massachusetts comenzó a sostener una serie de<br />

discusiones <strong>secreta</strong>s sobre muchos aspectos de la dirección política y empresarial de Nueva Inglaterra. El<br />

estímulo para estas discusiones, a menudo conducidas por el político Horace Mann, era el deterioro de la<br />

vida familiar que el declive de la agricultura dejaba a su paso.<br />

Un tipo particular de dependencia y debilidad causada por la urbanización en masa fue reconocido con<br />

alarma por todos. La antes idílica situación familiar norteamericana estaba dejando paso a una extendida<br />

servidumbre industrial. Estaban apareciendo nuevas formas de degradación y vicio.<br />

Y sin embargo se presentaba a la vez una gran oportunidad. Platón, Agustín, Erasmo, Lutero, Calvino,<br />

Hobbes, Rousseau y una hueste de otros profundos pensadores, a veces calificados en el Athenaeum de<br />

Boston como «la Orden de la búsqueda», enseñaron todos que sin escolarización obligatoria universal la<br />

familia idiosincrática jamás cedería su crucial control sobre la sociedad para permitir que la utopía se hiciera<br />

realidad. La familia tenía que ser disuadida de su función como refugio sentimental, puesta al servicio de<br />

ideales más elevados: los <strong>del</strong> Estado perfeccionado.<br />

Mann vio que los «guardianes y garantías» tenían que aumentar, porque un insospechado fenómeno<br />

patológico estaba siguiendo a la introducción de la producción en masa en la vida. Era la producción de<br />

«necesidades artificiales». Era multiplicar la tentación de acumular cosas. Pero la demencial vida <strong>del</strong><br />

trabajador mecanizado convirtió los ideales familiares en una burla hueca. La moralidad ya no podía ser<br />

enseñada por esas familias. El crimen y el vicio iban ciertamente a estallar a menos que los niños pudieran<br />

ser arrebatados de sus degradados custodios y civilizados de acuerdo a fórmulas establecidas por las mejores<br />

mentes.<br />

Barnas Sears, el colega calvinista de Mann, vio el rápido crecimiento <strong>del</strong> abastecimiento de entretenimiento<br />

comercial masivo a densos asentamientos urbanos como «una corriente de sensualidad que barría todo ante<br />

sí». Antiguos campesinos, que antes buscaban entretenimiento en la naturaleza, eran ahora peones en manos<br />

de sabios hombres de mundo que vendían diversión comercial. El confinamiento urbano arrebató a hombres<br />

y mujeres su capacidad de encontrar satisfacción fuera de la excitación mecánica. Todo el que suministrara<br />

excitación sería el amo.<br />

Otro colega de Mann, George Boutwell, que heredaría de Sears el mando de la educación de Nueva<br />

Inglaterra, sostenía que se debía elegir una ruta sin vuelta atrás. La urbanización significó el hundimiento de<br />

las familias trabajadoras: no había remedio para ello. Los padres estaban muy apartados por el trabajo no<br />

agrario de la formación de sus propios hijos. Las reclamaciones de un derecho a la sociedad y a la moda<br />

condujeron también al abandono por parte de las madres. «Al igual que en algunas lenguas no existe una<br />

palabra que exprese la verdadera idea de hogar --dijo Boutwell--, <strong>del</strong> mismo modo en nuestras poblaciones<br />

industriales hay muchas personas que no saben nada de su realidad».<br />

Mann proclamaba que el Estado debe imponerse como padre primario de los niños. Si los padres naturales<br />

de un niño eran alejados --o si la capacidad de los padres fracasaba, como era cada vez más cierto-- era el<br />

deber <strong>del</strong> gobierno intervenir y llenar el lugar de los padres. Mann apuntó que Massachusetts tenía una larga<br />

tradición de ser «paternal en el gobierno». Su amigo Sears describió el Estado como «una nodriza, tan sabia<br />

como beneficente. Sin embargo, si surgían dificultades, el Estado podría ponerse severo, como conviene a<br />

un patriarca gobernante». (cursiva añadida)<br />

5 Los poderes de patria potestad

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