07.05.2013 Views

John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ahora la organización de Kellor se transformó en el Comité Nacional de Americanización, desplazando su<br />

énfasis de la educación a la ruptura de los lazos de los inmigrantes con el Viejo Mundo. Su antiguo eslogan,<br />

«muchos pueblos, pero una nación», fue sustituido por un tajante «América primero». En esta<br />

transformación, los niños se convirtieron en la más afilada arma dirigida contra la cultura de origen de sus<br />

padres. Kellor denominó a la americanización «el aspecto civil de la defensa nacional». Apareció ante un<br />

grupo de industriales y banqueros autodenominados Liga Nacional de Seguridad (National Security League,<br />

NSL) para alertar <strong>del</strong> próximo peligro de la subversión por parte de los emigrantes. Una de las anomalías<br />

más inquietantes a las que se enfrentaban Kellor y la NSL era una casi total falta de incidentes de sabotaje<br />

que hacer públicos en el frente interno en la Primera Guerra Mundial, que hizo difícil mantener la deseada<br />

disposición nacional de temor e ira.<br />

10 Arte de vender bajo presión<br />

En 1916, el año de Passing of the Great Race de Madison Grant, Kellor publicó Straight America. En él<br />

exigía el servicio militar universal, movilización industrial, una continua acumulación militar, currículos<br />

escolares ideados con precisión y americanización total: un programa de urgencia para revitalizar el<br />

nacionalismo. Los Estados Unidos todavía no estaban en guerra.<br />

El presidente Wilson estaba en esta época leyendo encuestas <strong>secreta</strong>s que le decían que los norteamericanos<br />

no tenían interés en involucrarse en el conflicto europeo. Más aún, la simpatía nacional viraba, alejándose de<br />

los ingleses, y de hecho estaba a favor de la victoria alemana contra Gran Bretaña. No había tiempo que<br />

perder. Había que entrar en la guerra de una vez. <strong>John</strong> Higham lo llamó «una aventura en el arte de vender<br />

bajo gran presión»:<br />

Se involucró en alguna medida a miles de agencias: escuelas, iglesias, órdenes fraternales, sociedades<br />

patrióticas, organizaciones cívicas, cámaras de comercio, organizaciones filantrópicas, ferrocarriles e<br />

industria y, en un grado limitado, sindicatos. Había mucha duplicación, solapamiento y manoseo en el<br />

ambiente. Muchos acosaron a los inspectores de sus escuelas locales.<br />

Al final de 1917, la cámara legislativa de Minnesota aprobó la primera ley de adopción <strong>secreta</strong> <strong>del</strong> mundo,<br />

que sellaba los registros de nacimiento original para siempre, para que respetables familias que recibían un<br />

hijo en adopción --casi siempre niños transferidos de una familia emigrante de paletos latinos, eslavos o<br />

alpinos a una familia de orígenes nordeuropeos-- no tuvieran que temer que los padres originales reclamaran<br />

de nuevo a sus hijos. La ley original de adopción de Boston de 1848 tenía horrendas lagunas jurídicas.<br />

Ahora estas se sellaban sesenta y nueve años después.<br />

Hacia el fin de la guerra, tuvo lugar un suceso llamativo, muy temido desde las revoluciones comunistas de<br />

1848. El enorme Estado europeo de Rusia cayó en una revolución socialista. Era como si los inmigrantes<br />

rusos entre nosotros hubieran clavado un cuchillo en nuestro corazón nacional y, por extensión, que todos<br />

los inmigrantes hubieran conspirado en el <strong>del</strong>ito. ¿Se habían malgastado todos nuestros esfuerzos<br />

civilizadores? Ahora la americanización se movió a una fase aterradora en respuesta a esta amenaza<br />

percibida <strong>del</strong> exterior. La nación tenía que ser purificada antes de que una sombra roja surgiera también<br />

aquí. Frances Kellor comenzó a buscar activamente ayuda de grupos de empresas para construir lo que<br />

llamó «la nueva república intervencionista de Norteamérica» (cursiva añadida).<br />

En una no publicitada cena de encuentro en el restaurante Sherry's cerca de Wall Street en noviembre de<br />

1918, Frances Kellor se dirigió a los cincuenta principales patronos de mano de obra extranjera, alertándoles<br />

de que la americanización había sido un fracaso, de que estaban por venir tiempos realmente peligrosos con<br />

la amenaza bolchevique oculta en cada lugar de trabajo. Kellor propuso una asociación de las empresas con<br />

el trabajo social para «romper los grupos nacionalistas y raciales». El camino más fácil para hacer eso era<br />

debilitar la vida familiar íntima. La señorita Kellor, cuya educación misma había sido ambigua, era la<br />

persona perfecta para encabezar tal cometido.<br />

En el encuentro de Wall Street se establecieron planes para formar una organización semi<strong>secreta</strong> de<br />

americanizadores con voluntarios interesados de importantes corporaciones industriales. Una cantidad

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!