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John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

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la naturaleza, feos como ningún otro producto natural». La nueva hipótesis sostenía que la descendencia<br />

femenina de tales uniones sería demasiado repulsiva para quedársela mirando.<br />

En Daedalus, or Science and the Future, Haldane dijo que realmente sólo había cuatro innovaciones<br />

biológicas fundamentales de la prehistoria: 1) la domesticación de los animales; 2) la domesticación de las<br />

plantas; 3) el uso de hongos para la producción de alcohol; 4) la invención de la copulación frontal «que<br />

alteró el camino de la selección sexual, focalizó la atención <strong>del</strong> hombre como amante en la cara de la mujer<br />

y en los pechos, y cambió nuestro ideal de belleza de la hotentote esteatopígica por la europea moderna, de<br />

la Venus de Brassenpouy por la Venus de Milo».<br />

Toda la evolución podría estar en peligro, si no hubiera más caras bonitas que mirar, esta era la tesis. Hoy<br />

hay una sensación de lo absurdo de estas afirmaciones, pero estaría bien meditar sobre el mundo<br />

institucional que surgió <strong>del</strong> otro lado de esta misma fragua, porque es el nuevo mundo moral en que usted y<br />

yo vivimos, una sociedad completamente cientificada y organizada, manejada por la mejor gente, gente que<br />

prefiere permanecer fuera de la vista de la masa, segregada aparte en sus propias aldeas amuralladas y otros<br />

reductos.<br />

5 La desaparición de la gran raza<br />

Ninguna discusión sobre los años como soñados <strong>del</strong> patente racismo científico norteamericano y de la<br />

escolarización estaría completa sin una inclinación de cabeza ante el espíritu de Madison Grant, que ha<br />

desaparecido misteriosamente de las páginas de algunas referencias biográficas estándar, aunque estas aún<br />

mencionan a sus primos, Grant el pintor de retratos y Grant el educador. No importa, le hablaré de él. Si ha<br />

pasado alguna vez por el zoo <strong>del</strong> Bronx ha sido usted testigo de la caritativa imaginación <strong>del</strong> señor Grant,<br />

porque él fue su fundador y el fundador de su antecesora, la Sociedad Zoológica de Nueva York. Es el<br />

legado de Grant para nosotros, como las bibliotecas gratuitas fueron el de Carnegie.<br />

Grant fue soltero toda la vida, un hombre sin hijos. Como mucha gente asociada con la escolarización<br />

pública a un nivel político, Grant provenía de una familia patricia que había adornado la sociedad desde los<br />

días coloniales. Ningún Grant desempeñó jamás un trabajo poco importante. Madison Grant fue considerado<br />

un destacado naturalista científico de su tiempo. Sus monografías sobre la cabra de las Montañas Rocosas, el<br />

alce y el caribú son pequeños clásicos en su estilo, todavía consultados. Hombres y mujeres emparentados<br />

con Grant han sido directores de la sociedad norteamericana desde la era de los Mather.<br />

Grant estaba profundamente asqueado de la mezcla de razas europeas en curso por aquí. Creía que el<br />

fundamento de nuestra vida nacional y cultural descansaba en la pureza racial y apoyaba esta opinión con la<br />

acción. Es apenas posible creer que algo de su actitud no entrara en la presentación de datos <strong>del</strong> museo e<br />

incluso en esos cientos de miles de excursiones escolares. En las manos competentes de Grant, la audacia y<br />

el alcance de la vieja tradición anglosajona se fundieron en una visión <strong>del</strong> mundo sistemática, y después se<br />

difundió mediante libros y conferencias a todo el planeta. Su obra maestra apareció en 1916 con el épico<br />

título The Passing of the Great Race, con una introducción por la luminaria <strong>del</strong> Museo de <strong>Historia</strong> Natural,<br />

Henry Fairfield Osborn, un hombre que escribió uno de los textos que yo mismo utilicé como alumno en la<br />

escuela secundaria.<br />

The Passing of the Great Race avisa de que la raza predominante <strong>del</strong> mundo occidental está comenzando a<br />

decaer a causa de una «creencia fatua», según la cual el entorno puede cambiar la herencia. La clara<br />

conexión con el canon de predestinación de Calvino y con la gran tradición nórdica <strong>del</strong> destino implacable<br />

es inconfundible. La propia genealogía de Grant provenía de ambas tendencias de la historia europea. Grant<br />

podía ser otras cosas, pero no aburrido o banal. Usando a Darwin y la genética men<strong>del</strong>iana para apoyar sus<br />

argumentos, Grant dijo rotundamente que las diferentes razas no se mezclan, que la mezcla «da una raza que<br />

revierte al tipo más antiguo e inferior». Un «cruce entre cualquiera de las tres razas europeas y un judío es<br />

un judío».<br />

Grant sostenía que la cultura está determinada por la raza. Los alpinos siempre han sido campesinos; los<br />

mediterráneos, artistas e intelectuales; pero «el hombre blanco por excelencia» era el nórdico conquistador

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