John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
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Las utopías administrativas son una clase particular de ensueño de los poderosos, llevados por un impulso a<br />
ordenar las vidas de otros, organizándolas para la producción, combate o detención. Los principios<br />
operativos de la utopía administrativa son jerarquía, disciplina, control inflexible, orden estricto,<br />
planificación racional, un entorno geométrico, una línea de producción, un bloque de celdas y una forma de<br />
protección social. Las escuelas <strong>del</strong> gobierno y algunas privadas cumplen con tales parámetros con gran<br />
éxito. En un sentido, las utopías administrativas son laboratorios para explorar la tecnología de sometimiento<br />
y como tales pertenecen a una rama precisa <strong>del</strong> arte pornográfico: total vigilancia y total control <strong>del</strong><br />
desamparado. El propósito y forma de la utopía administrativa es proporcionar orden y ayuda a una<br />
población reacia: proveer su ropa y alimento. Planificarla. En una obra maestra de incomprensión cósmica,<br />
el frenólogo George Combe escribió a Horace Mann el 14 de noviembre de 1843:<br />
Los gobiernos prusiano y sajón, mediante sus escuelas y sus justas leyes y administración pública racional,<br />
están haciendo mucho por llevar a su pueblo a una condición racional y moral. Es bastante obvio para los<br />
hombres racionales que algunos años más de este cultivo llevarán al desarrollo de instituciones libres en<br />
Alemania.<br />
Anteriormente en ese año, el 21 de mayo de 1843, Mann había escrito a Combe: «Quiero descubrir cuáles<br />
son los resultados, así como el funcionamiento <strong>del</strong> famoso <strong>sistema</strong> prusiano». Sólo tres años antes, con la<br />
elección de Marcus Morton como gobernador de Massachusetts, un serio desafío se había presentado a<br />
Mann, a su Junta de Educación y a la atmósfera de prusianismo que la rodeaba a ella y a sus amigos<br />
industriales y políticos. Una comisión parlamentaria fue encargada de investigar la nueva Junta de<br />
Educación y su plan de poner en marcha un colegio de maestros con 10.000 dólares aportados por el<br />
industrial Edmund Dwight. Tras cuatro días de tarea, ¡la mayoría anunció un proyecto de ley para disolver la<br />
Junta! Acaben el experimento de la Escuela Normal, decía, y devuelvan su dinero a Dwight:<br />
Si entonces la Junta tiene algún poder real, es un poder peligroso, que afecta directamente a los derechos y<br />
deberes de la Asamblea Legislativa. Si no tiene poder, ¿por qué continuar su existencia a costa de gasto<br />
anual de la comunidad?<br />
Pero la comisión hizo más: anunció explícitamente que esta Junta, dominada por una mayoría unitaria de<br />
siete a cinco (aunque los unitarios eran menos <strong>del</strong> uno por ciento de la población <strong>del</strong> estado), realmente<br />
quería instalar un <strong>sistema</strong> prusiano de educación en Massachusetts, para poner «un monopolio de poder en<br />
pocas manos, contrario desde todo punto de vista al verdadero espíritu de nuestras instituciones<br />
democráticas». La votación de la Asamblea sobre esta cuestión fue la mayor victoria individual de la carrera<br />
política de Mann, para la que él y sus ricos amigos demandaron todos los favores que se les debían. El<br />
resultado fue de 245 votos para continuar, 182 para acabar, y así la Asamblea votó contra las<br />
recomendaciones de su propia comisión. Una oscilación de 32 votos nos podría haber dado un siglo XX muy<br />
diferente <strong>del</strong> que vimos.<br />
Aunque las propias cartas y diarios de Mann están repletos de ataques a los creyentes tradicionales como<br />
enemigos de la escolarización gubernativa, un examen de los votos a favor revela desde el principio que las<br />
iglesias tradicionales estaban entre los aliados más fieles de Mann. Mann tuvo el apoyo general de los<br />
clérigos congregacionales, presbiterianos y baptistas. En esta temprana fase eran completamente<br />
inconscientes <strong>del</strong> fatal destino que la escolarización secular supondría finalmente para sus confesiones.<br />
Habían sido seducidos en la creencia de que la escuela era una necesaria política de garantía para tratar con<br />
las olas de inmigración católica que llegaban de Irlanda y Alemania, el ejército de mano de obra barata <strong>del</strong><br />
que ya en 1830 se había hablado en círculos de negocios y anticipado ávidamente como respuesta a los<br />
problemas de producción de Norteamérica.<br />
La razón por la que Alemania, y no Inglaterra, suministró el mo<strong>del</strong>o original para la experimentación<br />
norteamericana en escolarización obligatoria puede ser que Mann, mientras estuvo en Gran Bretaña, había<br />
tenido una terrible experiencia sobre la condescendencia de clase inglesa que lo dejó desconcertado. El<br />
ayuntamiento de Boston, escribió, con sus hileras de sicómoros moteados, paseos con grava y estanques de<br />
ranas era claramente penoso comparado con cualquiera de los majestuosos jardines privados británicos con<br />
venados y ciervos, jardines botánicos de especímenes traídos de lejanas tierras, suelos de mármol mejores