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John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria

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Antes de proseguir tenemos que ir atrás. La transformación que los empresarios introdujeron poco a poco en<br />

la idea de educación al final <strong>del</strong> siglo XIX y en las primeras décadas <strong>del</strong> XX es el familiar <strong>sistema</strong> que<br />

tenemos hoy. Max Otto argumentó en su fascinante ensayo de la extensión de un libro Science and the<br />

Moral Life (1949) que los hombres de negocios habían llevado a cabo una revolución filosófica ante las<br />

narices de todo el mundo. Otto describía lo que la mayoría de los licenciados universitarios aún desconoce:<br />

que la economía tradicional, donde las necesidades regulan lo que se produce, ha muerto. La nueva<br />

economía depende de crear demanda para cualquier producto que maquinaria, combustible fósil e<br />

imaginación industrializada pueda producir. Cuando se decidió este cambio total, el consumo, antes sólo un<br />

detalle entre muchos en la vida de la gente, pasó a ser el fin más importante. Los grandes consumidores son<br />

héroes de una sociedad de máquinas; los austeros, villanos.<br />

En ese universo, las escuelas no tienen más elección que participar. Apoyar el <strong>sistema</strong> económico pasó a ser<br />

la segunda misión más importante de la existencia de la escolarización en masa, pero al proceder así, la<br />

materialidad se encontró a sí misma en guerra con una familia más antigua de intereses espirituales. En la<br />

sociedad general que se ocupa de sus propios intereses, no era fácil ver esta lucha claramente: reconocer que<br />

grandes corporaciones que proporcionaban empleo, financiaban universidades, museos, escuelas e iglesias, y<br />

tenían una voz importante sobre importantes temas de la época, tenían de hecho un poder de vida y muerte<br />

en la formación de las correctas actitudes psicológicas entre los niños.<br />

Fue la naturaleza, no una conspiración, escribió Otto, lo que condujo a los hombres de negocios «a dedicarse<br />

a algo más aparte de los negocios». Era sólo natural que «intentaran controlar la educación y suplantar la<br />

religión como definidora de ideales». La clase de hombres de negocios que operaban nacional e<br />

internacionalmente, al haberse alejado ellos mismos de las consideraciones de nación, cultura y tradición, al<br />

haberse alejado prácticamente <strong>del</strong> riesgo de la competencia por ser dueños de los procesos legislativos y<br />

judiciales, volvieron entonces su atención a los temas cósmicos <strong>del</strong> management social.<br />

De este modo, el pastor dio paso al maestro, y el maestro se convirtió en pedagogus bajo la dirección de los<br />

que controlaban el mundo laboral.<br />

2 Los espíritus son peligrosos<br />

El efecto neto de mantener a los niños en confinamiento durante doce años sin prestar atención al espíritu es<br />

una convincente demostración de que el Estado considera peligrosa y subversiva la tradición espiritual<br />

occidental. Y por supuesto que lo es. La escuela consiste en crear lealtad a ciertos objetivos y hábitos, a una<br />

visión de la vida, apoyo a una estructura de clases, a un intrincado <strong>sistema</strong> de relaciones humanas<br />

ingeniosamente diseñado para fabricar el continuo bajo nivel de descontento sobre el que reposan la<br />

producción en masa y las finanzas.<br />

Una vez se identifica el mecanismo, su dinámica no es difícil de entender. Las personas espiritualmente<br />

satisfechas son peligrosas por varias razones. No sirven como servidores de fiar porque no darán un brinco a<br />

cada orden. Analizan lo que se pide respecto a un código de principios morales. Los que están<br />

espiritualmente seguros no pueden ser impulsados fácilmente al sacrificio de las relaciones familiares. Los<br />

capitalismos corporativo y financiero son apenas posibles a cualquier escala masiva una vez que una<br />

población encuentra su centro espiritual.<br />

Para que funcione una sociedad como la nuestra, necesitamos sentir que algo está fundamentalmente<br />

equivocado cuando no podemos «hacerlo mejor» continuamente: ampliar nuestras granjas y negocios, ganar<br />

un aumento, ir de vacaciones exóticas. Este es el modo en que nuestro ciclo de pago y amortización --la<br />

economía <strong>del</strong> crédito-- se sostiene. La tendencia humana a disfrutar simplemente <strong>del</strong> trabajo y camaradería<br />

entre trabajadores se convierte en una carrera para superar a los colegas, para escalar puestos en la empresa.<br />

La ambición es un catalizador de la vida corporativa y al mismo tiempo un ácido que disuelve comunidades.<br />

Al difundir la satisfacción con lo barato, la espiritualidad era un peligro para el principio de crecimiento<br />

natural de la nueva economía. Por tanto, en un sentido fue el interés personal racional, no la conspiración, lo<br />

que llevó a hombres iluminados a ponerse de acuerdo en los lugares donde practicaban deporte, salones y<br />

clubes en que la actividad religiosa tendría que ser reducida.

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