John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
John Taylor Gatto Historia secreta del sistema ... - iessecundaria
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
calientes para los niños y refrescos en lata. La licencia para hacer esto vale 500 dólares al año, o 43,25<br />
dólares al mes, poco más de un dólar al día. La señora de las gambas tiene cincuenta y nueve años. Tiene<br />
un diploma de escuela secundaria y una bonita sonrisa. Su camión aparca en una área de descanso de<br />
grava de la autopista principal en un lugar anodino. No hay nadie más alrededor, no porque la señora de<br />
las gambas tenga un emplazamiento protegido, sino porque nadie más quiere estar allí. Un cartel con letras<br />
escritas a mano anuncia: «9,95 dólares, arroz con gambas. Refrescos, 1 dólar. Perros calientes, 1,25<br />
dólares».<br />
El día en que hacía cola para un plato de gambas, cinco clientes estaban <strong>del</strong>ante de mí. Compraron catorce<br />
platos en total y catorce refrescos. Compré dos y dos cuando me llegó el turno, y durante ese tiempo cinco<br />
nuevos clientes habían llegado detrás de mí. Estaba intrigado.<br />
Al día siguiente Janet y yo volvimos. Aparcamos al otro lado de la carretera desde donde podíamos ver el<br />
camión sin poner nerviosa a la señora de las gambas. En dos horas, cuarenta y un platos y cuarenta y un<br />
refrescos se repartieron desde el viejo camión, y quizás diez perros calientes. Una semana después volvimos<br />
y miramos otra vez y pasó prácticamente lo mismo. Janet, titulada por el Instituto Culinario de América,<br />
estimó que 7 dólares de los 10,95 por las gambas y el refresco eran de beneficio, después de todos los<br />
costes.<br />
Después hablamos con la señora en un momento tranquilo. El camión está allí ocho horas al día, siete días<br />
a la semana, 364 días al año (la isla tiene clima templado todo el año). Hace de media entre 100 y 150<br />
ventas de gambas al día, pero ha llegado ha vender 300. Cuando la dueña no está, una de sus tres hijas la<br />
sustituye. Cada una sólo tiene la titulación de la escuela secundaria. Por lo que sé, la única cosa vendible<br />
que cualquiera de ellas sabe hacer es gambas cocidas con arroz, pero lo hacen muy bien. La familia gana<br />
un excedente de un cuarto de millón de dólares al año vendiendo platos de gambas desde un viejo camión.<br />
No tienen ningún interés en ampliar o franquiciar el negocio. Otra cosa que noté: todos los clientes<br />
parecían contentos; muchos eran amables y bromeaban con la señora, yo incluido. Parecía feliz de estar<br />
viva.<br />
4 La teoría de la placa durmiente [Mudsill theory]<br />
Un profético artículo titulado The Laboring Classes apareció en The Boston Quarterly Review en 1840, en el<br />
preciso momento en que el grupo de Horace Mann daba el máximo bombo a la escolarización obligatoria.<br />
Su autor, Orestes Brownson, acusó a Horace Mann de intentar establecer una iglesia estatal en Norteamérica<br />
como la que tenía Inglaterra y de imponer una visión <strong>del</strong> mundo mercantil-industrial como su evangelio.<br />
«Un <strong>sistema</strong> de educación [así constituido] puede ser también una religión establecida por la ley», dijo<br />
Brownson. Pensaba que los partidarios <strong>del</strong> negocio de Mann estaban intentando establecer una nueva<br />
división <strong>del</strong> trabajo dando a especialistas profesionales autorizados el monopolio de la enseñanza,<br />
debilitando la capacidad de la gente para educarse a sí misma, infantilizándola.<br />
Enseñar en una democracia es algo que es propio de toda la comunidad, no de un monopolio centralizado,<br />
dijo Brownson, y los niños estaban mucho mejor educados por «las actividades generales, hábitos y tono<br />
moral de la comunidad» que por una clase privilegiada. La misión de este país, de acuerdo con Brownson,<br />
era «elevar a las clases trabajadoras y hacer a cada hombre realmente libre e independiente». Fuera cual<br />
fuera la escolarización admitida por la sociedad bajo los auspicios <strong>del</strong> gobierno, debería ser dedicada a<br />
originar formas de vida independientes y familias estrechamente autosuficientes. La libertad y la<br />
independencia de Brownson son todavía los objetivos que representan un consenso de la opinión de la clase<br />
trabajadora en Norteamérica, aunque se han alejado <strong>del</strong> alcance de todos, excepto de una pequeña fracción,<br />
como la señora de las gambas. ¿Cuán cerca estaba la nación en 1840 de realizar ese sueño de igualdad antes<br />
que la escolarización obligatoria convirtiera a nuestras clases trabajadoras en «recursos humanos» o una<br />
«fuerza de trabajo» para conveniencia <strong>del</strong> orden industrial? La respuesta es muy cerca, como atestiguan<br />
pistas significativas.<br />
Siglo y medio después de que se publicara The Laboring Classes, el especialista <strong>del</strong> mundo laboral Chris<br />
Clark, de Cornell, investigó y corroboró la realidad <strong>del</strong> mundo de Brownson. En su libro Roots of Rural