Estrategias didácticas. Textos expositivos - Escuela Normal Superior
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EDUCACION Y COMUNICACIÓN ORAL______________________________________<br />
dominio de alguno de los códigos usuales<br />
en una sociedad podría entenderse como<br />
ruido (definiendo éste como cualquier<br />
perturbación que dificulte o imposibilite la<br />
comunicación).<br />
Ahora bien, continuando con el simil, se<br />
puede afirmar que resulta funcional el<br />
manejo de diferentes códigos, aun en el<br />
caso de que parezcan redundantes, pues la<br />
recepción optima del mensaje se garantiza<br />
cuando se realiza por diversas vías, ya que<br />
toda redundancia (siempre que no llegue a<br />
tal extremo que ella misma se convierta en<br />
un ruido) compensa los efectos del ruido,<br />
lo cual resulta necesario para mejorar la<br />
comunicación. A la vez, ello facilita la<br />
flexibilidad de: “Aceptar jugar el juego de<br />
varios sistemas interpretativos diferentes,<br />
científicos, filosóficos, místicos, artísticos,<br />
teniendo mucho cuidado de no mezclar sus<br />
reglas.<br />
“Cualquier formación que se imparta al niño será<br />
pésima si se la hace llegar a través de un<br />
conducto con un solo sentido; pues este será<br />
demasiado angosto y se obturará con facilidad”<br />
(SLADE, P.: 1978, 72).<br />
Esta seria la actitud correcta en los<br />
caminos del conocimiento para quien<br />
quisiera a la vez obedecer a un deseo de<br />
rigor y de racionalidad y no cerrar vías que<br />
han abierto, cada una por si misma,<br />
formas diferentes y específicas de<br />
racionalidad (o de irracionalidad reivindicada,<br />
lo cual es lo mismo, pues implica no<br />
hacer trampas con el ejercicio, por lo<br />
demás reconocido, de la razón)” (ATLAN,<br />
H.: 1991, 337). Esta es, en definitiva,<br />
tambien, una “ludica” aceptación de lo<br />
finito del saber frente a lo infinito de la<br />
realidad y el reconocimiento maduro de las<br />
limitaciones de todo ser humano. Por eso,<br />
defiende WINNICOTT,D.W. (1982) que la<br />
diferencia entre el juego de los niños y el<br />
de los adultos consiste en la desilusión de<br />
los últimos respecto a la “omnipotencia”<br />
creadora, o lo que esto mismo, el<br />
reconocimiento de que nadie es<br />
plenamente original pues todos nos<br />
basamos en la cultura, en la tradición. En<br />
este sentido, tan serio, defendemos la idea<br />
de la comunicación como juego<br />
multicodificado, como creación, pues: “El<br />
juego creador, si bien potencia que actúa,<br />
aparece como “irreal” respecto de la<br />
experiencia de lo real de las cosas del<br />
mundo. No se trata, en efecto, de una<br />
experiencia de las cosas en el mundo. sino<br />
de la experiencia que permita a las cosas<br />
llegar a ser reales, pasar de lo posible a lo<br />
real (ya sea de forma contingente o<br />
necesaria, por lo demás) (ATLAN, H.:<br />
1991, 343). Lo cual implica que esa<br />
“irrealidad” del verbo es en algunos<br />
aspectos más rica que la realidad, pues<br />
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