Estrategias didácticas. Textos expositivos - Escuela Normal Superior
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HABLAR Y ESCUCHAR__________________________________________________<br />
comentar posibles errores o emitir juicios<br />
críticos;<br />
- procurar que cale en la clase la<br />
costumbre de hacer observaciones sobre<br />
usos apropiados y no apropiados, y que<br />
sean los mismos alumnos quienes se<br />
corrijan entre sí, fórmula sin duda más<br />
efectiva y menos dura que la corrección<br />
por parte del profesor.<br />
La propuesta que desarrollamos a partir de<br />
aquí esta organizada en función del grado<br />
de dificultad que ofrece la producción de un<br />
tipo u otro de textos. Quiere esto decir que<br />
las actividades de "Narrar" (cap. 4.3.)<br />
plantean menos dificultades al alumno que<br />
las de “Exponer" (4.5.), y, además, que las<br />
primeras actividades que aparecen en cada<br />
apartado son más sencillas que las últimas.<br />
Por eso sugerimos que, si los alumnos no<br />
han trabajado anteriormente en la<br />
producción de textos orales elaborados. se<br />
recorra el camino en este sentido, de lo<br />
más sencillo a lo más difícil, partiendo de<br />
"Narrar", o de algunas actividades previas,<br />
y se avance sin prisas; lo que, obviamente,<br />
no tiene que significar pararse en todos los<br />
puntos.<br />
Algunos de los ejercicios que proponemos<br />
están pensados para que los realice toda la<br />
clase al mismo tiempo, pero la mayoría de<br />
ellos son sugerencias para que cada día un<br />
alumno (o un grupo el mismo día), lleve a<br />
cabo una intervención oral elaborada.<br />
El alumno sabe con antelación cuando le,<br />
corresponde hablar, y prepara su texto<br />
siguiendo las indicaciones concretas del<br />
profesor y, en cualquier caso, con dos<br />
consignas básicas que afectan a cualquier<br />
tipo de discurso que producirá: la primera<br />
es la necesidad de utilizar un lenguaje<br />
elaborado, y la segunda, que no puede<br />
redactar y luego leer. Sí se le permite<br />
consultar alguna nota, y, cuando se trata<br />
de textos complejos, como la exposición de<br />
un tema, debe manejar un guión.<br />
Especial relevancia tienen siempre las<br />
instrucciones que damos a los alumnos<br />
puesto que en ellas se materializan las<br />
decisiones que, en relación con la selección<br />
y secuenciación de contenidos, se han<br />
tomado. Habrán de ajustarse siempre a la<br />
secuencia didáctica en la que se insertan y<br />
adecuarse a los alumnos que van a<br />
llevarlas a cabo. (Ofrecer la posibilidad de<br />
manejar un guión, por ejemplo, tiene<br />
sentido en la medida en que se haya trabajado<br />
o se está trabajando en clase este<br />
procedimiento.).<br />
Cuando el ponente concluye la<br />
intervención, sus compañeros y el profesor<br />
la evalúan en relación a dos tipos de<br />
cuestiones:<br />
a) las instrucciones específicas para la<br />
producción del texto, y<br />
b) los requisitos que se van estableciendo<br />
para la producción de un determinado tipo<br />
de texto y para las actividades orales en<br />
general.<br />
En primer lugar, la evaluación va dirigida a<br />
los objetivos prioritarios que configuran la<br />
unidad didáctica en que se esta trabajando,<br />
a los presupuestos planteados en<br />
las instrucciones de producción a las que<br />
los alumnos habían de atenerse (objetivos<br />
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