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Estrategias didácticas. Textos expositivos - Escuela Normal Superior

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HABLAR Y ESCUCHAR__________________________________________________<br />

superficial, debida a la intención<br />

(comunicativa) del hablante de crear un<br />

texto) íntegro, y a su estructuración<br />

mediante dos conjuntos de reglas: las<br />

propias del nivel textual y las del sistema<br />

de la lengua. (1980:85)<br />

Del mismo modo que se regula nuestro<br />

comportamiento social (y, así, se espera de<br />

nosotros que hagamos tal o tal otra cosa<br />

en cual o cual situación, es decir, que<br />

seamos “educados”), nuestro<br />

“comportamiento textual” también debe<br />

seguir unas normas para ser<br />

“adecuado”.¿Cómo superar el “¿ahora qué<br />

digo y cómo lo digo? “Pensar y responder a<br />

las preguntas anteriores puede resultar de<br />

gran ayuda porque nos servirá para<br />

colocarnos mentalmente en la situación de<br />

escritura.<br />

La coherencia es una propiedad abstracta e<br />

interna que tiene que ver con la lógica<br />

relación temática de las diferentes partes<br />

del texto y con la progresión de las<br />

informaciones que se dan. Esto quiere<br />

decir que lo se da en la superficie del<br />

texto: es un aspecto de “contenido” o de<br />

“fondo”; por tanto, no se percibe del<br />

mismo modo que una falta de ortografía,<br />

por ejemplo. De hecho; es el resultado de<br />

activar y combinar determinados grupos de<br />

256<br />

conceptos, previamente organizados por la<br />

memoria en nuestro conocimiento para<br />

poder interpretar el texto como una unidad<br />

con sentido.<br />

Decimos que un texto es coherente cuando<br />

detectamos que sigue unos ciertos<br />

esquemas. Por ejemplo:<br />

“Y llegó el día de las notas: había<br />

suspendido tres asignaturas. iHorror!<br />

Seguro que ya no le darían la semanada. Y<br />

si no se la daban, cómo iba a poder<br />

comprarse aquel precioso coche negro<br />

dieciséis cilindros?”<br />

Observamos que la parte final del último<br />

enunciado nos sorprende porque está<br />

“fuera de lugar”, no es acorde con lo que le<br />

procede; es decir, rompe nuestros<br />

esquemas, lo que esperábamos a partir de<br />

nuestro conocimiento del mundo: la<br />

entrega de una pequeña cantidad de dinero<br />

a niños y adolescentes permite comprar<br />

cosas no demasiado caras. La aparición de<br />

los “dieciséis cilindros” nos lleva a<br />

interpretar que se trata de un coche “de<br />

verdad” (no de juguete, por ejemplo) y<br />

esto no está dentro del probable esquema<br />

mental que tenemos de “niño-adolescenteestudios-notas-semanada”.<br />

Así, del mismo modo que conocemos y<br />

seguimos determinados esquemas<br />

mentales de comportamiento y expresión<br />

según la situación social en que nos<br />

encontramos, es fundamental que los<br />

estudiantes se acostumbren a interaccionar<br />

con vatiados esquemas textuales que les<br />

permitan salir triunfantes de una

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