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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

tistas dicen <strong>que</strong> estas personas han sido tocadas por <strong>los</strong> dioses. En nuestra tradición,<br />

a un hombre así lo llamaríamos El bulto, pues las almas como él llevan<br />

una cierta mercancía y la muestran a quien quiera verla, a cualquiera <strong>que</strong> tenga<br />

ojos para verla y sentido común para acogerla.<br />

A<strong>que</strong>l simpático bulto en particular me <strong>con</strong>tó el siguiente cuento. Gira en<br />

torno a cierta transmisión ancestral y se titula "Un ramita, dos ramitas". "Así actúan<br />

<strong>los</strong> viejos reyes africanos", me dijo en un susurro.<br />

En el cuento, un anciano se está muriendo y <strong>con</strong>voca en torno a sí a <strong>los</strong><br />

suyos. A cada uno de sus muchos hijos, esposas y parientes le entrega una corta<br />

y resistente ramita. "Romped la ramita", les ordena. Con cierto esfuerzo, todos<br />

rompen la ramita por la mitad.<br />

"Eso es lo <strong>que</strong> ocurre cuando un alma está sola y no tiene a nadie. Se rompe<br />

fácilmente."<br />

Después el viejo les dio a cada uno de sus parientes otra ramita Y les dijo:<br />

"Así me gustaría <strong>que</strong> vivierais cuando yo haya muerto. Reunid todas las ramitas<br />

en haces de dos y de tres. Y ahora, <strong>que</strong>brad <strong>los</strong> haces por la mitad."<br />

Nadie puede <strong>que</strong>brar las ramitas cuando forman un haz de dos o tres. El<br />

viejo me miró sonriendo. "Somos fuertes cuando estamos <strong>con</strong> otra alma. Cuando<br />

estamos unidos a <strong>los</strong> demás, no nos pueden romper."<br />

De igual manera, cuando las dos facetas de la doble naturaleza se mantienen<br />

juntas en la <strong>con</strong>ciencia, ejercen un enorme poder y no se pueden <strong>que</strong>brar. Es<br />

la característica de la dualidad psíquica, de <strong>los</strong> dos aspectos geme<strong>los</strong> de la personalidad<br />

de una mujer. Por su cuenta, el yo más civilizado se encuentra a gusto,<br />

pero un poco solitario. Por su cuenta, el yo salvaje también se encuentra a gusto,<br />

pero ansía relacionarse <strong>con</strong> el otro. La pérdida de <strong>los</strong> poderes psicológicos, emocionales<br />

y espirituales de las mujeres se debe a la separación de estas dos naturalezas,<br />

a la simulación de <strong>que</strong> uno u otro de el<strong>los</strong> ya no existe.<br />

Este cuento se puede interpretar como referido a la dualidad masculina y a<br />

la femenina. Manawee posee también una doble naturaleza: una naturaleza<br />

humana y una naturaleza instintiva, simbolizada por el perro. Su naturaleza<br />

humana, amable y afectuosa, no es suficiente para superar la prueba. Es su perro,<br />

símbolo de la naturaleza instintiva, el <strong>que</strong> tiene la capacidad de acercarse<br />

subrepticiamente a las mujeres y, gracias a la agudeza de su oído, averiguar sus<br />

nombres. Es el perro el <strong>que</strong> aprende a desechar las seducciones superficiales y a<br />

<strong>con</strong>servar <strong>los</strong> <strong>con</strong>ocimientos más importantes. Es el perro de Manawee el <strong>que</strong> posee<br />

un fino oído y es dueño de una tenacidad y un instinto <strong>que</strong> lo lleva a ocultarse<br />

junto a las paredes y a buscar, perseguir y recuperar las ideas valiosas.<br />

Como en otros cuentos de hadas, las fuerzas masculinas pueden poseer<br />

una energía de tipo Barba Azul o una energía tan aniquiladora como la de la Raposa,<br />

<strong>con</strong> la cual intentarán destruir la doble naturaleza de las mujeres. Esta clase<br />

de pretendiente no puede tolerar la dualidad y busca la perfección, la única<br />

verdad, la única sustancia femenina encarnada en una sola mujer perfecta. ¡Ay!<br />

Si tú <strong>con</strong>oces a esta clase de persona, echa a correr en dirección <strong>con</strong>traria a la<br />

mayor velocidad <strong>que</strong> Puedas. Es mejor tener un amante <strong>que</strong> sea como Manawee<br />

tanto por dentro como por fuera: es un pretendiente mucho más satisfactorio,<br />

pues está profundamente entregado a la idea del Dos. Y el poder de Dos actúa<br />

como una entidad integral.<br />

Por <strong>con</strong>siguiente, Manawee desea tocar esta extremadamente ubicua pero<br />

misteriosa combinación de vida espiritual de la mujer y pose, una soberanía pro-<br />

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