09.05.2013 Views

Mujeres que corren con los lobos

Mujeres que corren con los lobos

Mujeres que corren con los lobos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

Veamos lo <strong>que</strong> hay <strong>que</strong> hacer <strong>con</strong> <strong>los</strong> secretos vergonzosos según un estudio<br />

de <strong>con</strong>sejos ar<strong>que</strong>típicos extrapolados de docenas de cuentos de hadas como<br />

"Barba Azul", "Mr. Fox", "El novio bandido", "Mary Culhane" (6) y otros, en <strong>los</strong> <strong>que</strong><br />

la heroína se niega a guardar el secreto de una u otra manera y, al final, alcanza<br />

la libertad de vivir su existencia en toda su plenitud.<br />

Mira lo <strong>que</strong> tengas <strong>que</strong> mirar. Díselo a alguien. Nunca es demasiado tarde.<br />

Si crees <strong>que</strong> no puedes decirlo en voz alta, escríbelo. Elige a una persona <strong>que</strong> instintivamente<br />

<strong>con</strong>sideres digna de <strong>con</strong>fianza. Es mejor <strong>que</strong> salgan <strong>los</strong> gusanos de<br />

la ]ata <strong>que</strong> temes abrir en lugar de <strong>que</strong> éstos se multipli<strong>que</strong>n dentro de ti. Si lo<br />

prefieres, busca a un terapeuta <strong>que</strong> sepa cómo tratar <strong>los</strong> secretos. Tendrá <strong>que</strong> ser<br />

una persona compasiva <strong>que</strong> no pronuncie sentencias sobre lo <strong>que</strong> está bien y lo<br />

<strong>que</strong> está mal y <strong>que</strong> comprenda la diferencia entre la culpa y el remordimiento y<br />

<strong>con</strong>ozca la naturaleza del dolor y la resurrección espiritual.<br />

Cualquiera <strong>que</strong> sea el secreto, sabemos <strong>que</strong> ahora éste forma parte de<br />

nuestra tarea durante toda la vida. La redención sana una herida antaño abierta.<br />

Pero, aun así, siempre <strong>que</strong>dará una cicatriz. Con <strong>los</strong> cambios de tiempo, la cicatriz<br />

podrá dolernos. Ésta es la naturaleza del auténtico dolor.<br />

Durante años las distintas psicologías clásicas creyeron erróneamente <strong>que</strong><br />

el dolor era un proceso por el <strong>que</strong> se pasaba una vez, a ser posible durante un<br />

año, y después terminaba, por lo <strong>que</strong>, si alguna persona no podía o no <strong>que</strong>ría<br />

completarlo en el tiempo prescrito, significaba <strong>que</strong> le ocurría algo. Sin embargo,<br />

ahora sabemos lo <strong>que</strong> <strong>los</strong> seres humanos saben instintivamente desde hace sig<strong>los</strong>:<br />

<strong>que</strong> ciertos dolores y daños y vergüenzas nunca se pueden dejar de llorar; la<br />

pérdida de un hijo por muerte o abandono es uno de <strong>los</strong> más intensos o el más<br />

intenso.<br />

En un estudio (7) de unos diarios escritos a lo largo de muchos años, el doctor<br />

Paul C. Rosenblatt descubrió <strong>que</strong> las personas se pueden recuperar del dolor<br />

más profundo de su alma en el primero o <strong>los</strong> dos primeros años después de una<br />

tragedia, según sean <strong>los</strong> sistemas de apoyo y de otro tipo <strong>con</strong> <strong>que</strong> cuenten. Pero<br />

después la persona sigue experimentando períodos de sufrimiento activo. Aun<strong>que</strong><br />

<strong>los</strong> episodios se van espaciando cada vez más en el tiempo y su duración es cada<br />

vez más corta, cada uno de el<strong>los</strong> es casi tan desgarradoramente intenso como el<br />

de la primera ocasión.<br />

Estos datos nos ayudarán a comprender la normalidad del dolor de larga<br />

duración. Cuando un secreto no se cuenta a nadie, el dolor persiste durante toda<br />

la vida. La ocultación de <strong>los</strong> secretos <strong>con</strong>stituye un obstáculo para la natural<br />

higiene autocurativa de la psi<strong>que</strong> y el espíritu. Ésta es otra razón para <strong>que</strong> <strong>con</strong>temos<br />

nuestros secretos. Contar<strong>los</strong> y sufrir por su causa nos ayuda a resucitar<br />

de la zona muerta y nos permite dejar a nuestra espalda el culto mortuorio de <strong>los</strong><br />

secretos. Podemos sufrir <strong>con</strong> todas nuestras fuerzas y salir de la experiencia <strong>con</strong><br />

el rostro surcado por las lágrimas y no por la vergüenza. Podemos salir de ella<br />

<strong>con</strong> un sentimiento más profundo, plenamente re<strong>con</strong>ocidas y rebosantes de nueva<br />

vida.<br />

La Mujer Salvaje nos sostendrá durante nuestra pena. Ella es el Yo instintivo.<br />

Puede soportar nuestros alaridos, nuestros lamentos, nuestro deseo de morir<br />

sin estar muertas. Ella aplicará la mejor medicina en <strong>los</strong> lugares <strong>que</strong> más nos<br />

duelan. Ella nos hablará al oído en susurros. Sentirá dolor por nuestro dolor. Lo<br />

resistirá. No huirá. Aun<strong>que</strong> habrá cicatrices, y muchas, por cierto, es bueno recordar<br />

<strong>que</strong>, por su resistencia a la tracción y su capacidad de absorber la presión,<br />

una cicatriz es más fuerte <strong>que</strong> la piel.<br />

311

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!