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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

experiencias y a<strong>con</strong>tecimientos <strong>que</strong>, según el<strong>los</strong>, les pueden robar el alma, desde<br />

ver un oso en una época del año equivocada a entrar en una casa <strong>que</strong> aún no ha<br />

recibido la bendición tras haberse producido en ella una muerte.<br />

Aun<strong>que</strong> la cultura moderna <strong>con</strong>tiene muchos elementos prodigiosos <strong>que</strong><br />

enri<strong>que</strong>cen la vida, hay en una sola manzana de casas más osos en momentos<br />

equivocados y más lugares de muertos sin bendecir <strong>que</strong> en mil kilómetros cuadrados<br />

de tierras habitadas por poblaciones primitivas. El hecho psíquico esencial<br />

es <strong>que</strong> debemos vigilar <strong>con</strong>stantemente nuestra relación <strong>con</strong> el significado, la<br />

pasión, la espiritualidad y la naturaleza profunda. Hay muchas cosas <strong>que</strong> tratan<br />

de apartarnos y alejarnos <strong>con</strong> engaño de las zapatillas hechas a mano, cosas aparentemente<br />

sencillas como decir, por ejemplo: "Ya bailaré, plantaré, abrazaré,<br />

buscaré, planificaré, aprenderé, haré las paces, limpiaré... más tarde." Todo eso<br />

son trampas.<br />

Trampa 2: La anciana reseca, la fuerza de la senescencia<br />

En la interpretación de <strong>los</strong> sueños y de <strong>los</strong> cuentos de hadas, quienquiera<br />

<strong>que</strong> posea el "transmisor de actitudes", es decir, el carruaje dorado, es el principal<br />

valor <strong>que</strong> pesa sobre la psi<strong>que</strong>, empujándola hacia delante, obligándola a seguir<br />

la dirección <strong>que</strong> a él le interesa. En este caso, <strong>los</strong> valores de la anciana propietaria<br />

del carruaje empiezan a empujar a la psi<strong>que</strong>.<br />

En la psicología junguiana clásica, la figura ar<strong>que</strong>típica del anciano se denomina<br />

a veces la fuerza "senex". En latín, senex significa "anciano". Más <strong>con</strong>cretamente<br />

y sin distinción de sexos, el símbolo de <strong>los</strong> ancianos se puede interpretar<br />

como la fuerza senescente: una fuerza <strong>que</strong> actúa en la forma <strong>que</strong> es propia de <strong>los</strong><br />

ancianos (1). En <strong>los</strong> cuentos de hadas esta fuerza senescente está simbolizada por<br />

una persona anciana <strong>que</strong> a menudo se representa de una forma desequilibrada<br />

para dar a entender <strong>que</strong> el proceso psíquico de la persona también está desarrollando<br />

un comportamiento desequilibrado. Idealmente una anciana simboliza la<br />

dignidad, la capacidad de a<strong>con</strong>sejar, la sabiduría, el <strong>con</strong>ocimiento de la propia<br />

persona, la tradición, la definición de <strong>los</strong> límites y la experiencia, <strong>con</strong> una buena<br />

dosis de malhumorada, envidiosa, deslenguada y co<strong>que</strong>tuela desfachatez para<br />

redondear la cosa.<br />

Sin embargo, cuando la anciana de un cuento de hadas utiliza estos atributos<br />

negativamente, tal como ocurre en "Las zapatillas rojas" ' se nos advierte de<br />

antemano de <strong>que</strong> ciertos aspectos de la psi<strong>que</strong> <strong>que</strong> deberían <strong>con</strong>servarse templados<br />

están a punto de <strong>que</strong>darse <strong>con</strong>gelados en el tiempo. Algo <strong>que</strong> normalmente es<br />

vibrante en el interior de la psi<strong>que</strong> está a punto de ser rígidamente aplanado, de<br />

recibir una azotaina y de ser distorsionado hasta el extremo de resultar irre<strong>con</strong>ocible.<br />

Cuando la niña sube al carruaje dorado de la anciana y entra posteriormente<br />

en su casa, está atrapada <strong>con</strong> tanta certeza como si deliberadamente<br />

hubiera introducido la mano en un cepo.<br />

Tal como vemos en el cuento, el hecho de ser acogida por la anciana, en lugar<br />

de dignificar la nueva actitud, hace <strong>que</strong> la actitud senescente destruya la innovación.<br />

En lugar de <strong>con</strong>vertirse en la mentora de su protegida, la anciana intentará<br />

calcificarla. La anciana de este cuento no es una sabia sino <strong>que</strong> más bien<br />

se dedica a repetir un solo valor, sin experimentar nada nuevo.<br />

A través de todas las escenas de la iglesia, vemos <strong>que</strong> el único valor <strong>que</strong> se<br />

tiene en cuenta es el de <strong>que</strong> la opinión de la colectividad es más importante <strong>que</strong><br />

cualquier otra cosa y ha de eclipsar las necesidades del alma salvaje individual.<br />

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