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Mujeres que corren con los lobos

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> <strong>que</strong> <strong>corren</strong> <strong>con</strong> <strong>los</strong> <strong>lobos</strong><br />

Esta capacidad de discernimiento <strong>que</strong> Vasalisa adquiere mientras separa<br />

las semillas de adormidera de la tierra, y el maíz aflublado del bueno es una de<br />

las cosas más difíciles de aprender, pues exige ánimo, fuerza de voluntad y sentimiento<br />

y a menudo nos obliga a pedir <strong>con</strong> insistencia lo <strong>que</strong> <strong>que</strong>remos. Y en nada<br />

se pone más claramente de manifiesto <strong>que</strong> en la elección de la pareja y el<br />

amante. Un amante no se puede elegir como en un bufé. Elegir algo simplemente<br />

por<strong>que</strong> al verlo se nos hace la boca agua jamás podrá saciar satisfactoriamente el<br />

apetito del Yo espiritual. Y para eso precisamente sirve la intuición; se trata de<br />

un mensajero directo del alma.<br />

Lo explicaremos <strong>con</strong> un ejemplo para <strong>que</strong> <strong>que</strong>de más claro. Si se te ofrece<br />

la oportunidad de comprar una bicicleta o la oportunidad de viajar a Egipto y ver<br />

las pirámides, deberás apartarla a un lado por un instante, entrar en ti misma y<br />

preguntarte: "¿Qué me apetece? ¿Qué es lo <strong>que</strong> deseo? A lo mejor, me apetece<br />

más una moto <strong>que</strong> una bicicleta. A lo mejor, prefiero hacer un viaje para ir a ver a<br />

mi abuela <strong>que</strong> se está haciendo mayor." Las decisiones no tienen por qué ser tan<br />

importantes. A veces, las alternativas pueden ser dar un paseo o escribir un<br />

poema. Tanto si se trata de una cuestión trascendental como si se trata de una<br />

cuestión insignificante, la idea es <strong>con</strong>sultar el yo instintivo a través de uno o de<br />

varios de <strong>los</strong> distintos aspectos <strong>que</strong> tenemos a nuestra disposición, simbolizados<br />

por la muñeca, la vieja Baba Yagá y la ardiente calavera.<br />

Otra manera de fortalecer la <strong>con</strong>exión <strong>con</strong> la intuición <strong>con</strong>siste en no permitir<br />

<strong>que</strong> nadie reprima nuestras más intensas energías... es decir nuestras opiniones,<br />

nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestros valores, nuestra moralidad<br />

y nuestros ideales. En este mundo hay muy pocas cosas acertadas/equivocadas<br />

o buenas/malas. Pero sí hay cosas útiles y cosas inútiles. Asimismo,<br />

hay cosas <strong>que</strong> a veces son destructivas y también hay cosas creativas.<br />

Hay acciones debidamente integradas y dirigidas a un fin determinado y otras<br />

<strong>que</strong> no lo están. Sin embargo, tal como sabemos, la tierra de un jardín se tiene<br />

<strong>que</strong> remover en otoño <strong>con</strong> el fin de prepararla para la primavera. Las plantas no<br />

pueden florecer <strong>con</strong>stantemente. Pero <strong>los</strong> <strong>que</strong> han de dictar <strong>los</strong> cic<strong>los</strong> ascendentes<br />

y descendentes de nuestra vida son nuestros propios cic<strong>los</strong> innatos, no otras<br />

fuerzas o personas del exterior y tampoco <strong>los</strong> complejos negativos de nuestro interior.<br />

Hay ciertas entropías y creaciones <strong>con</strong>stantes <strong>que</strong> forman parte de nuestros<br />

cic<strong>los</strong> internos. Nuestra tarea es sincronizar <strong>con</strong> ellas. Como <strong>los</strong> ventrícu<strong>los</strong> de un<br />

corazón <strong>que</strong> se llenan y se vacían y se vuelven a llenar, nosotras "aprendemos a<br />

aprender" <strong>los</strong> ritmos de este ciclo de la Vida/ Muerte/Vida en lugar de <strong>con</strong>vertirnos<br />

en sus víctimas. Lo podríamos comparar <strong>con</strong> una cuerda de saltar. El ritmo<br />

ya existe; nosotras oscilamos hacia delante y hacia atrás hasta <strong>que</strong> <strong>con</strong>seguimos<br />

copiar el ritmo. Entonces saltamos. Así es como se hace. No tiene ningún secreto.<br />

Además, la intuición ofrece distintas opciones. Cuando estamos <strong>con</strong>ectadas<br />

<strong>con</strong> el yo instintivo, siempre se nos ofrecen por lo menos cuatro opciones... las<br />

dos <strong>con</strong>trarias, el territorio intermedio y "el ulterior análisis de las posibilidades".<br />

Si no estamos muy versadas en la intuición, podemos pensar <strong>que</strong> sólo existe una<br />

opción y <strong>que</strong> ésta no parece muy deseable. Y es posible <strong>que</strong> nos sintamos obligadas<br />

a sufrir por ella, a someternos y a aceptarla. Pero no, hay otra manera mejor.<br />

Prestemos atención al oído interior, a la vista interior y el ser interior. Sigámos<strong>los</strong>.<br />

El<strong>los</strong> sabrán lo <strong>que</strong> tenemos <strong>que</strong> hacer a <strong>con</strong>tinuación.<br />

Una de las <strong>con</strong>secuencias más extraordinarias del uso de la intuición y de<br />

la naturaleza instintiva <strong>con</strong>siste en la aparición de una infalible espontaneidad.<br />

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